Cómo ganar dinero en un mundo perfectamente copiable

En presencia de las tecnologí­as actuales, la copia privada (masiva, pero privada) es un hecho natural inevitable o, mejor dicho, sólo evitable mediante dos catástrofes: o la vuelta a una sociedad preindustrial o la implantación de un estado policial.

Magní­ficos artí­culos Modelos de negocio: Cómo ganar dinero en un mundo perfectamente copiable (I) y (II). Lectura amena y obligatoria para entender de qué va esto.

Más canon digital para todos

«El canon digital (es decir, la cantidad que se incluirá en el precio de cada uno de los soportes y reproductores en concepto de remuneración compensatoria por la copia privada a los autores a través de la SGAE&Co.) gravará los lápices de memoria, los aparatos portátiles MP3 (incluyendo los iPod de Apple) y MP4 y también se gravarán por primera vez los móviles que permiten la reproducción de archivos musicales MP3 (si finalmente se aprueba). Por el contrario, bajará el canon que actualmente pagan los CD y DVD ví­rgenes.» Extractos del artí­culo publicado en ELPAIS.com]

La SGAE, una oferta que no podrás rechazar

La SGAE demanda a Alasbarricadas y a Merodeando. Aquí­ os pego unos extractos de lo que ellos mismos publican y un par de reacciones interesantes:

La SGAE quiere cerrar tu blog – Alasbarricadas

Imagina lo siguiente:

1. Usando un pseudónimo, Ramón publica un comentario ofensivo sobre sí­ mismo en tu blog.
2. A continuación Ramón te demanda por violación de su derecho al honor.
3. Un juez que no conoce ni entiende Internet te condena a pagarle 1 millón de pesetas a Ramón, a pesar de que tú te apresuraste a borrar el comentario en cuestión.
4. Ramón repite el proceso con el siguiente blog, hasta conseguir acabar con toda la blogosfera.

¿Qué te parece? ¿Maquiavélico? ¿Escalofriante? Pues ese es el futuro que nos puede aguardar a los bloggers si Ramoncí­n/SGAE ganan la demanda que han interpuesto a la página alasbarricadas.org.

El portal de información de Alasbarricadas.org ha sido demandada por la SGAE a raí­z de unos comentarios inferidos acerca de la imagen y la reputación del señor Jose Ramón Julio Márquez Martí­nez (más conocido como “Ramoncí­n†). Supuestamente se ha violado “el derecho al honor† de esta persona, mediante infamias, comentarios injuriosos y difamaciones (“graves expresiones atentatorias contra el honor del demandante†, lo llaman).

¡Demandado por la SGAE! – Merodeando

Hace algunos meses ya anuncié la llegada de un burofax en el que el abogado de la SGAE me conminaba a retirar un post de 2004 sobre el google bombing “SGAE=ladrones” or else… Inmediatamente me puse en contacto con Carlos Sanchez-Almeida, y dimos respuesta a su petición, indicando que el post no era ofensivo sino meramente informativo. Mostramos una postura flexible, manifestando que estábamos dispuestos a limar alguna cosa que les molestase, pero la propuesta que nos enviaron suponí­a cambiar totalmente el post y presentar a la SGAE como ví­ctima de una conspiración injusta en su contra. Me negué.

«[…]De hecho, el pequeño blog de “Merodeando† no es, ni mucho menos, el único medio que informó de esta noticia. Tanto El Paí­s como El Mundo, por poner sólo dos ejemplos a bote pronto, contaron la historia. ¿Por qué la SGAE demanda entonces al más pequeño? Muy sencillo: no se trata de ganar, se trata de intimidar.» [Escolar.net]

«[…]También está claro que el primer efecto evidente de esta demanda de la SGAE será que aparezcan un montón de nuevas anotaciones en las que sale su nombre junto con la palabra ladrones. Si no quieres una taza de caldo, toma dos.» [Microsiervos]

Así­ están las cosas. El problema será si los jueces a los que les toquen estos casos sabrán lo que es un blog o, simplemente, Google.

Bienvenidos al Futuro

«[…] Ahora imagí­nese que se compra usted un coche, pero que no puede llevar radio para no perjudicar la venta de aparatos radiofónicos, y que si usted compra una y la instala está violando la ley. O imagine que un año después, en una revisión rutinaria, le sueldan las puertas traseras y le dicen que no puede usar el asiento de atrás. Y no se le ocurra desoldar las puertas, porque viola usted la ley.

¿Cuánto durarí­a ese fabricante de coches? ¿Cuánto durarí­a esa ley?

¿Qué consumidor aguantarí­a esto? ¿Qué clase de sociedad de la información vamos a construir si permitimos y respaldamos legalmente la comisión de semejantes abusos comerciales? ¿Qué clase de respeto puede pedirse que tengamos a unos derechos de autor que sirven como excusa para tales atropellos? […]»

Fragmento del artí­culo «Rokr y TiVo 7.2: bienvenidos al futuro». [Retiario de José Cervera]

Obsoleto Espí­ritu

Cuando una palabra significa algo. La reforma de la LPI y su obsoleto espí­ritu:

«[…] Mas en lo polí­tico está todo muy claro. Esta ley ha sido creada por gentes que consideran que la cultura es una forma de mercancí­a, en la que vendedor y comprador deben estar claramente separados. Esta ley considera chorizos en potencia a todos los consumidores de cultura, y menores de edad mental a los autores, que deben ser protegidos incluso de sus propios deseos. Esta ley pretende perpetuar un modelo camino de la desaparición por méritos propios.

Este proyecto de ley sólo beneficia a los intermediarios de la cultura y perjudica a todos los demás, al pretender separar lo que la Red ya ha hecho inextricable. No se puede volver al pasado por la ví­a de la ley. Señores polí­ticos, es hora de eliminar esos ‘irrenunciables’ antes de que alguien resulte lastimado en su moral, o en su resultado electoral.» [Retiario de José Cervera]