Alcé los ojos y vi la Muerte en su trono, y a los lados, muchas muertes. estaba la muerte de amores, la muerte de frío, la muerte de hambre, la muerte de miedo y la muerte de risa. La muerte de amores estaba con muy poquito seso.»
Francisco de Quevedo
En sus Sueños con la muerte, con el juicio, la vida y el diablo, don Francisco ironiza del poder, del saber, del dinero, de las mujeres y los maridos, cornudos y consentidos, médicos y boticarios… no deja títere con cabeza, pero quién menos seso tiene es la muerte de amor. Y quién no haya muerto de amor, pues menos seso tiene. Y es que hay muchas formas de morir, pero Dios sólo nos dió una vida.
(Perdonad esta pseudofilosofía, pero estoy saliente de guardia, aeh!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!)