Quinta Arrevolaina

El objeto de esta sección es la demolición reiterada de las barreras conceptuales entre objeto-sujeto, intelecto-fornicio, esnobismo-asociacionismo, ciencia-religión, trabajo-ocio, vida-vida. El método de trabajo elegido es el Arrevolainismo Extrapolativo resultado con buena aplicación será la suspensión del participante en la nada y la incertidumbre iluminativa.

quinto experimentoQUINTO EXPERIMENTO

-Variables: Tradición Neuroticista Mí­stica Occidental, CIEM, William James, Yma Sumac.

-Excurso: cada dí­a que pasa mi fanatismo por el histrionismo aumenta: es por ello que he visitado ívila, parque temático de la penetración de nuestros corazones por cristo con sede en el CIEM, en varias ocasiones; con dr jota hubo hasta calvos en la catedral; una vez en silencio acudí­ con “las variedades de la experiencia religiosa† de W. James en mano; mi indignación y mis lágrimas de rabia saltaron frente al monasterio de la encarnación cuando esté falocéntrico luterano califica a Teresa de “un arpí­a tí­pica†; malditos anglosajones hijos de puta, pensé: “el empollón de la clase siempre fue un pajillero†; reducir la tendencia ebria de la experiencia noética (llámalo transverbación) a una salvaje penetración por cristo es propio de esa tradición pseudo-cientí­fica literalmente obsesionada por el fornicio y la relación libidinal (algo muy relacionado con las relaciones de poder, y esa tradición falaz-fenomenológica que sexualiza la relación más sublime;, aquel espantoso sistema especulativo llamado psicoanálisis, que sitúa la jodienda en un plano arcaico, siempre y siempre); le dirí­a a froid: judí­o pajillero, que viertes en tierra dí­a a dí­a, el sexo es pura religión!; en occidente, la tradición neuroticista del misticismo está plenamente influida por el sufismo y la rama judaica de la merkahbah ;cosas de mesopotamia a mano derecha; ¿acaso sabí­a W.James que Teresa era judí­a?: ese cabrón no sabí­a este dato: Huxley tampoco, te vayas a creer; tras romper el libro de papá-empí­rico, acudí­ fanático a visitar en soledad la Encarnación (me dieron la llave); a punto estuve de sustraer el leño donde dormí­a Teresa, y disfruté del silencio del locutorio dónde san juan de la cruz y teresa se lo montaban: la conclusión es que me la suda si levitaba o se la chupaba a johnny cruz: soy un fan de la agregación sensorial en el camino de la verdad; somos mediterráneos, circunferenciales y laberí­nticos: nos suspendemos en el amor y en la ebriedad: no queremos más pseudo-cientí­ficos utilitarios aplicando un método absolutamente erróneo para valorar la realidad de esta experiencia profunda : ni hablar de la epilepsia, mamones… Yma Sumac me emborracha muchas noches con su “neurótico† rango vocal; peruana desterrada en las laderas hollywoodienses, se trata de el ser humano que más y mejor ha cantado en este mundo de dios; en “Mambo† (1955), la exhibición es portentosa, un pájaro-demonio recorriendo octavas sobre sucios metales mambélicos, salvaje fornicación de cualquier ejercicio de estilo (que tanto os gustan): una gran mujer, una gran gran mujer, con cejas con rabos bien pintados, que deja a diamanda galas a la altura de papá-pitufo-van-morrison: en la tribu africana la virilidad se demuestra por la agudeza del rango vocal, curioso, amiguitos…

-Conclusión: a mi déhame de chiflios y sirenas y chillí­os y chalauras, y cohe el ezcardillo.

Enlaces relacionados »

    [Contradicciones varias de William James]
    [Ilustrativo ejemplo de paja mental psicoanalí­tica]
    [Centro Internacional de Estudios Mí­sticos – Ayto. ívila]
    [La gran neuroticista Yma Sumak]
     

La Palabra Dolor

En Medicina, Dolor es la impresión penosa experimentada por un órgano y transmitida al cerebro por los nervios sensitivos. Quién experimenta dolor es sin duda porque está vivo. Buscar sentido al dolor es un camino hacia el desapego. Aunque en realidad el único sentido es la falta de sentido, la nada. Pero antes de eso hay que hablar de ti y de mí­. Tú y yo debemos interpelarnos, debemos relacionarnos, crecer juntos, fundirnos, confundirnos, trenzarnos y deshilacharnos, perdernos para encontrarnos, fugarnos de la muerte, arrancarle palabras al silencio, abrir umbrales con una vela, una piedra y un mechón de tu pelo. Tus manos son el santuario de los sacrificios. En las marismas de luz no hay llagas sin corona de espinas. Cambiaremos nuestro alimento por amapolas sin memoria, y así­ la palabra dolor podrá volver al silencio donde nació, y el dolor ya no será una excusa, sino un camino. Hay que ponerle nombre a los órganos del cuerpo, ponerle nombre a los sentidos, ponerle nombre a ti y mí­, para poder desprendernos de todo lo que una vez fue conocido. El dolor es ausencia… es tan lento el dolor. «Estábamos muertos y podí­amos respirar» (Paul Celan).

Para no mentir, Celan escribió la mayor parte de su poesí­a en alemán, la lengua de su madre, asumiendo el dolor de que esta lengua representaba el Holocausto, que habí­a matado de un disparo en la nuca a su madre y habí­a incinerado al sionista de su padre. Tumbas aéreas para cenizas sin nombre. Él pasó los últimos años de la guerra en un campo de concentración. Lejos quedaba su vida burguesa en Rumaní­a, sus frustrados estudios de Medicina. Se licenció en filologí­a románica, fue un gran traductor y tras la guerra se instaló en Parí­s. Un hombre educado que según H. Michaux para detenerte utilizaba una sonrisa que habí­a pasado por mil naufragios. Antes de suicidarse viajó a Israel, a beber de sus orí­genes. Un dí­a de abril de 1970 se tiró desde el puente Mirabeau, su cuerpo fue encontrado dí­as más tarde por un pescador. Lo enterraron en el cementerio de Thiais (parcela 13, lí­nea 12). Dicen que en su escueto apartamento encontraron una biografí­a de Hölderlin con un pasaje subrayado «a veces el genio se oscurece y se hunde en lo más amargo de su corazón». Su poesí­a es la poesí­a del abismo, de la memoria, del silencio, del dolor, del amor que abre puertas en las instancias del tiempo. Su poesí­a interpela, te llama a ti y a mí­ a entrar y no desfallecer. Tú y yo, para crecer en la nada, para ser Rosa de Nadie.

LA PALABRA DOLOR
se te dio en la mano:
un tú, sin muerte,
junto al que todo el yo volví­a a sí­ mismo.
Pasaron en redor voces sin palabra, formas vací­as,
todo entraba en ella, mezclado
y desmezclado
y vuelto a mezclar.»

La Rosa de Nadie, Paul Celan

Dedicado a Escrotolitum, ya sabes que todos los poetas son judí­os. Siempre vuestro, Dr. J.

Enlaces relacionados»

    [Paul Celan en Poéticas]
    [Poesias de Paul Celan | A media voz]
    [A Paul Celan Homepage]
    [Hacia la Plenitud | bruto]

    Technorati tag |
     

La Leyenda del Santo Bebedor

Joseph Roth

Tras recorrer las ciudades sombrí­as de los abismos, la primavera se acerca a las plazas en éxtasis báquico de juvenil ebriedad. No he sido devoto, aunque sí­ ví­ctima, de la ebriedad compulsiva, más bien me he acercado a la transustancialidad del vino por su santa sacralidad. El vino siempre ha tenido la caridad del cielo, la dulzura del averno, el poder de desandar los pasos perdidos en un solo movimiento, la capacidad de alterar la lógica de esta vida y hacerla habitable para las almas de las tierras más inhóspitas. El vino no es otra cosa que una escalera hacia los paraí­sos artificiales. El vino no crea santos, el vino en sí­ es santidad y como tal tiene el poder de la fe que mueve montañas… el problema es hacia dónde. Amo la ebriedad de los bares pero no la de las masas. Una vez conocí­ a un hombre que desayunaba una barra de pan con un whisky aguado… ese hombre tení­a el universo en la palma de su mano y nosotros no. La fiesta de la primavera deberí­a celebrarse con margaritas, la ebriedad deberí­a celebrarse con la soledad de un vaso de vino y la deformada realidad que se descubre al mirar a través de ese vaso. En granada la absenta de los lobos se bebe con azúcar y pimientos picantes.

Y para ilustrar esta reflexión, La Leyenda del Santo Bebedor, un cuento de navidad, la historia de un vagabundo que vive en los márgenes del Sena. Un dí­a se encuentra a un devoto de Santa Teresita de Lisieux que le ofrece doscientos francos a cambio de que los restituya en el cepillo de la estatua de la santa… cuando pueda. Y a pesar de su férreo sentido del honor, el pobre clochard no termina nunca de restituir su trampa. Creeréis que se emborrachará y lo olvidará… pero no, se emborrachará, eso sí­, pero nunca olvidará su misión. Se encontrará amigos que sólo trae el dinero y las copas de un bar, se enamorará de una mujer, beberá absenta hasta morir… y sólo al final, en plena agoní­a, en plena ascensión puede reparar su deuda… murmurando el nombre de la santa… una santa que conocí­a que el camino del cielo era el camino de la infancia espiritual. Nunca permitir que se me escape un pequeño sacrificio, una mirada, una palabra, aprovechando hasta los más mí­nimos actos y haciéndolos por tu amor.

Joseph Roth fue oficial del imperio austrohúngaro en la primera guerra mundial, periodista, novelista y sobre todo un gran bebedor. Roth abandonó la Alemania fascista en 1933, y escogió Parí­s como destino. Vivió en buhardillas de hoteles, y agobiado por cuestiones de dinero, siguió el camino del olvido entre vapores de absenta. Al final de su vida abrazó al cristianismo con fervor, aunque nunca despreció su pasado de judí­o ucraniano y errante. Murió en 1939 y sus restos mortales fueron sepultados en Thiais, en el cementerio de los pobres. En ese tablero de sepulcros hay dos nombres que en su momento evocaron con fuerza el desespero de las letras que conocieron la guerra y el desarraigo judí­o: Paul Celan y Joseph Roth.

Denos Dios a todos nosotros, bebedores, tan liviana y hermosa muerte.»

«La leyenda del Santo Bebedor», J. Roth

Siempre vuestro, Dr. J.

Enlaces relacionados »

    [Breve biografí­a de J. Roth | epdlp.com]
    [Joseph Roth Online]
    [josephroth.de]
    [El cementerio de los pobres | PalabrasMalditas.net]
    [Descargar el libro en formato pdf]
     

Bob Seger System | Mongrel (1970)

MongrelExisten ciertos temas que tienen la capacidad, la cualidad caracterí­stica, de entrar directamente por las entrañas, producir cierto colapso adrenérgico-isquémico, para luego diseminarse ví­a sanguí­nea hasta el cerebro, y disfrutarlo entonces, tras la conmoción, creando ésa sensación de vací­o que termina solamente al volver a escucharlo, entrando directamente en los sistemas lí­mbicos de la memoria emotiva… todos conocemos algunos de éstos temas, pero discos completos de tales caracterí­sticas hay pocos, y uno de ellos es MONGREL.

Bestialismo rí­tmico (OK, los Grand Funk iniciales eran animales, pero con poco soul; perdón Homer), rock muscular en temas inconcebibles, de escaso minutaje, como un tiro… ejemplos como «Song to Rufus», «Highway Child», «Mongrel», «Lucifer», «Teachin Blues» (malditos dos minutos frenéticos, sin desperdicio, directo al plexo solar); los temas más suaves (falso, pero así­ nos entendemos) son auténticas joyas de rock sureño al estilo Creedence (grandiosos, no los olvidamos), como «Evil Edna», «Big River» (grandiosa) y «Leanin on my dream». «Mongrel too» nos serena al ritmo de percusión y teclados con la jodida voz rota de Mr. Seger, para terminar con los 7 minutos y pico de «River Deep-Mountain High», tomados directamente del escenario, el tema que otrora hicieran universal Ike & Tina, con el salvajismo de los chicos del «Bob Seger System»: el susodicho Seger a los berridos y guitarra, Pep Perrine de aporreador, Dan Konaker al bajo/guitarra y Dan Watson a los teclados.

En fin, poco más de 33 minutos para pasar un jodido buen rato.

Enlaces relacionados »

    [Bob Seger | allmusic.com]
    [The Bob Seger File]
     

Cuarto Experimento

El objeto de esta sección es la demolición reiterada de las barreras conceptuales entre objeto-sujeto, intelecto-fornicio, esnobismo- asociacionismo, ciencia-religión, trabajo-ocio, vida-vida. El método de trabajo elegido es el Arrevolainismo Extrapolativo; el resultado con buena aplicación será la suspensión del participante en la nada y la incertidumbre iluminativa.

CUARTO EXPERIMENTO

copro arrevolainismo-Variables: Tradición Coprofágica Mí­stica Occidental, Sta-Catalina de Siena-Jakob Frank, Jordi Hurtado, Coro de Laringectomizados de León.

-Excurso: muchos de los amiguitos que leen estos microensayos saben acerca de mis obsesivas investigaciones de un tiempo a esta parte acerca de la relación entre la escatologí­a y el misticismo; uno de los momentos sublimes de la escato-noética es la tradición Coprofágica Ascésica Occidental, desde valentinianos y carpocracianos, factor común de muchas sectas gnósticas transustantivas; ¿qué fue antes, el pan ácimo o el tordo?; lo más interesante de este mundo es la amoralidad del iluminado, y las excepciones esperpénticas de los métodos de ascésis mí­stica; hace dos años, estuve en silencio 30 minutos en soledad, contemplando la celda de la pequeña Catalina de Siena, hija de comerciantes de tan hermosa ciudad, de palabra no tan esplendorosa como nuestra Teresa, pero de ascésis más punk: en ocasiones bebí­a las fétidas levaduras de las heridas purulentas de sus enfermos: «desde que estoy en el mundo no he tomado alimento ni bebida más dulce y exquisita que aquella» (las hondonadas de ostias se propinarán al que hable de neurosis). Otro hermoso ejemplo: el movimiento frankista, alrededor de la figura de Jacob Frank, de la que, por sus ruines prácticas libertinas, gran parte del judaí­smo se avergüenza; “El libro de las Palabras del Señor† aboga por el combate del Mal a través del Mal, y la idea de que los elegidos son distintos al vulgo y no pueden ser juzgados por un mismo código ético; preziozo!; ¿cómo puede el urbanita someterse a una copro-ascésis televisiva? Observar a batracio Hurtado, es tener una inmersión en el siniestrismo burgués catalán, la voz inconsciente de CIU; ponerse la colección de “si lo sé no vengo† y amar con piedad a este buen padre de familia catalán, con sus miserias y “bonachismo† hasta convencerse de que es una criatura del señor; tragar mierda como acto flagelativo; dios es amor. El debut del Coro de Laringectomizados de León es un clásico de la música copro-ascésica bizarra, de difí­cil localización en tus tiendas habituales; todo hombre de bien ve “El dí­a del Señor† el domingo-matinè, con resaca o aun borracho; yo fui agraciado el otro dí­a con un directo eucarí­stico con el mí­tico coro, encontrándome ebrio aun; un susurro ahogado y oscuro, inmaterial, en aquella mañana televisiva de domingo insomne, que me hizo rememorar la perfecta banda sonora de un ritual coprofágico carpocraciano, virtud a la cirugí­a radical; todo ello con perdón, digo.

-Conclusión: cusha el picamierdah del tio, pos no que ze ehta riendo de los pobreh tullí­o.

Enlaces relacionados »

    [Heroinas Cristianas – Santa Catalina de Siena – Masoquismo flagelacion Doctora Iglesia]
    [América Iberica – akasico]
    [Fitxa Actor de Doblatge Jordi Hurtado]
    [Coro de laringectomizados de León: la terapia de cantar sin laringe]