Antoñito, estudiante de Formación Profesional de 15 años en la localidad de Cacín, ha perdido dos dedos al estallarle en la mano un petardo algo gordo, interrogado sobre los motivos por los que no arrojó lejos de sí a tiempo el explosivo alegó: «Es que iba un poco shiego».
Dos jóvenes permanecen en la Unidad de Cuidados Intensivos del Hospital de San Marcos en Cádiz reponiéndose de las heridas sufridas al estallarle un litro de cerveza en la cara. «íbamos un poco shiegas» han declarado.
San Martín de Villodres, pequeño municipio de la provincia de Toledo, ha perdido el único transporte público de que disponía al precipitarse el taxi con su conductor dentro y dos amigos de éste en la acequia que discurre por las afueras de pueblo. Interrogado sobre los motivos que dieron lugar a tan fatal distracción alegó: «Estaba un poco shiego».
Heriberto Grandía Vences, el ‘Heri’, carnicero profesional, se seccionó y separó el pene durante las fiestas de la Matanza en el pueblecito granadino de Benamaurel. Interrogado sobre los motivos de por qué hacía la matanza desnudo alegó: «Me rebané el mandao porque estaba un poco shiego. Y ahora estoy muy arrepentido».
Las películas no son siempre reflejo de la realidad: durante el transcurso de una riña en una güisquería en el barrio chino de Barcelona, una persona ha sufrido una fuerte contusión en la cabeza y cortes múltiples en la cara al intentar romper una botella contra la barra de metacrilato del bar, rebotar y estrellarse contra su cabeza. «Quién iba a pensar que la jodía botella no se iba a romper» ha declarado. Interrogado sobre los motivos que dieron lugar a la riña argumenta: «No lo recuerdo bien. Iba un poco shiego».
Los amigos del niño Guillermo Sandón Gays no volverán a jugar con su amiguito en los parques y calles del Municipio de Alcobendas, próximo a Madrid. Durante la tarde del pasado viernes, tres de ellos junto con el pequeño Sandón, adquirieron un bote de cola de carpintero y se dirigieron a continuación a un pequeño descampado a las afueras del municipio. Allí procedieron a esnifar los efluvios del bote de cola. Al parecer el pequeño Sandón era el más interesado en permanecer más rato que ninguno de los niños con la cabeza dentro de la bolsa de plástico que utilizaban los pequeños, lo que terminó por irritar a sus amiguitos que, despechados por su actitud, vertieron todo el contenido del bote en la bolsa y se la ataron a la cabeza provocándole la asfixia. Interrogado Noni, cabecilla del grupo sobre los motivos que les llevaron a tal proceder indicó: «Era un pesao y un cabezón. Iba un poco shiego y no paraba de darnos la vara. A lo mejor nos hemos pasado».
Me disfrazo de poeta cuando la luna oculta todo lo que me tiene que decir. Me disfrazo con palabras que permiten hablar de las cosas cotidianas que nos alejan de los abismos. Me disfrazo con palabras, que son vestiduras raídas que mienten cuando quieren proteger las flores de la inocencia. Las palabras son animales, sucias gaviotas que pueden volar. Hay palabras como bestias insolentes que despiertan en tu cabeza las últimas instrucciones de la locura. Palabras que despiertan celos, odios, erecciones, espinas en el corazón, pasos en las aceras vacías, silbidos en bocas melladas, envidia, adoraciones, siempre está el olor de los otros que te burlaron, una lágrima en la estación de los trenes abandonados, un charco de semen barato, un hilo de flujo dorado, un sol en decadencia, un recuerdo holgazán, una playa desnuda y yo pensando siempre en ti…
Tenía que volver a los orígenes, era un acto previsto (y esperado) que estaba aguardando la ocasión propicia; y tras los acontecimientos de los últimos días junto con el largo periplo transoceánico que se me avecina, creo ha llegado el momento. Y me refiero a los orígenes solamente por algo personal; mis raíces en esto del rock tienen su germen en éste disco (aparte del sonido nacional de mi adolescencia…). Corrían los primeros meses de mi estancia en ésta ciudad (tuve otras ciudades, otros inicios, otras compañías, aparcadas cruelmente por el olvido…) cuando cayó en mis manos, en uno de mis sitios predilectos para la evasión, naciendo mi devoción por el Boss hasta el día de hoy.