Volvemos a los noventa, y de nuevo con un trabajo que puede competir con los mejores de ésa década. Me llegó como llegan las grandes cosas, de forma inesperada y de la mano de un gran amigo. Ya se habló en su momento de los Blind Melon y se dijo que «Soup» era uno de los discos más emocionantes del fin del siglo XX. Pues bien, junto con el «gran Grace» de Buckley (Jeff, que si hablamos de papá nos da algo…), aquél Soup y éste Magnolia, nombres sencillos para grandes destellos de magia, conforman una especie de trilogía de discos de música atemporal, rock de siempre, que si bien beben de las fuentes tan citadas por aquí, salen con la espontaneidad de unos jóvenes genios, en tres años consecutivos (94-96). Lamentamos las pérdidas de Hoon y Buckley; Mike Farris vuela en solitario, según creo…
Se puede hablar de los mejores inicios de discos (otro tema posiblemente interminable), pero las tres canciones que abren éste no te pueden dejar indiferente: Backwoods Travellin’, Gypsy Lullaby y Hello From Venus estremecen, son clásicos inmediatos, entran a formar parte de tu banda sonora vital. La voz de Farris está clavada en cada nota, parece que nació para cantar éste disco; y el grupo te lleva por un soberbio rock acicalado de soul sencillamente aplastante, con duetos de guitarras inmejorables, pasando por temas sólidos, I Found Love, Magnolia, Father Speaks (uff), para terminar con You Are…temblando sólo con recordar éstos temas al escribir sus nombres.
No me quiero enrollar más; en algún sitio leí que éste es un disco «como un viaje al paraíso», estoy de acuerdo
Gracias Johnny