Pocos grupos lo tuvieron tan jodidamente claro: ROCK. Quizá por eso al final les pasó como a otras grandes bandas, paso al sonido comercial, batacazo (y no precisamente en las listas) y se acabó, al menos para sus seguidores más puros, los rockeros de siempre.
Pero volvamos a lo bueno, el principio, año 1969, tres peludos cada uno con su instrumento (musical?) en las manos y ganas de hacer algo grande, y un cuarto (Terry Knight) con la cabeza poco amueblada pero con los cojones de poner a sus colegas a tocar ante 125.000 almas en el Atlanta Pop Festival, y de ahí a la gloria. Probablemente el momento no fue el ideal, ya se habían consagrado Cream, Jimi Hendrix & Co, y estaban gestándose bombas com Led Zeppelin y Black Sabbath, pero en los USA eran ellos quienes meneaban multitudes.
Disco de debut muy bueno (ON TIME, 1969) con varios temas para la historia, «T.N.U.C.», «Into the sun» o «Heartbreaker», y un comienzo premonitorio, «Are you ready»… Su 2º LP es el que os traigo aquí, quizá por su fuerza desaforada, la ausencia casi total de medios tiempos para relajarse (éstos tipos no sabían o no querían hacer baladas!!), salvo quizá «Winter & my soul». Y es que era el 2º disco grabado en 5 meses (el 1º en junio y éste en octubre del 69!) y eso se nota: música que brota, sangra, a borbotones. Para qué comentar los temas, todos bestiales y redondos, de buen minutaje para sus partes instrumentales de rigor: «Got this thing on the move» (cómo empezaban éstos chicos los discos), «Please don’t worry», «High falootin’ woman», «Mr. Limusine driver», «In need» (tremendas sus versiones en directo), «Paranoid» (Black Sabbath, poco después), un clásico desaforado, terminando con «Inside looking out», casi 10 minutos de ejercicios musicales, como para quedarse a gusto. Luego más discos bastante buenos, a destacar «WE’RE AN AMERICAN BAND» (1973), con Todd Rundgren a la producción, cosa que más tarde intentaría Zappa, con menos resultado («GOOD SINGIN’, GOOD PLAYING», 1976)
En fin, el grupo de Michigan sabía lo que se hacía, o no?
¿No conocéis a Grand Funk? ¿Las letras descamisadas de Mark Farner? ¿El bajo quebrantahuesos de Mel Schacher? ¿La habilidad a la batería de Don Brewer?»
Homer Simpson
Estamos contigo, Homer
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[Página Oficial de Grand Funk Railroad]
[Página No Oficial de Grand Funk Railroad]
[Allmusic.com | Grand Funk Railroad]
[Wikipedia | Grand Funk Railroad]
[Algunas canciones en directo]
[MusicSearcher.com]
[Technorati tag | Grand Funk Railroad]
Tras subsanar los daños cerebrales producidos por los decibelios de éstos chicos del sur, es hora de recapacitar/comentar/honrar al grupo en cuestión. A los hechos me remito: sala Aqualung, Madrid, 20:30h, 31/03/05, el ambiente parece anunciar algo grande, el lugar apropiado, sobre el escenario apenas (?) se vislumbra una oronda figura, cabizbaja, colocando sus instrumentos (evidentemente: guitarras), no es otro que Warren Haynes (actualmente alterna su grupo con los Allman!!), luego aparecería el gran Matt Abts tras su peaso batería, y los acompañantes Andy Hess al bajo (según notas de Chamán primer bajista de los Crowes) y el teclista Danny Louis (para mí que casi sobra, salvo cuando toca el Hammond). Comenzaron con un correcto «Bad Little Doggie» para continuar con nuevo material (algo flojo, pero a mi juicio mejor que el The Deep End Vol.2) y hacer una pausa tras una hora (media hora para mear, ya sabéis) y reaparecer con los cojones bien gordos: soltaron un «Blind man in the dark» apoteósico y continuaron con sus grandes temas (incluidos «Trane» y «Mule») aderezados por algunas versiones inesperadas (si McCartney hubiera estado allí convulsiona), terminando con auténticos temas bluseros… unas 3 horas de jodido ROCK.
Existen ciertos temas que tienen la capacidad, la cualidad característica, de entrar directamente por las entrañas, producir cierto colapso adrenérgico-isquémico, para luego diseminarse vía sanguínea hasta el cerebro, y disfrutarlo entonces, tras la conmoción, creando ésa sensación de vacío que termina solamente al volver a escucharlo, entrando directamente en los sistemas límbicos de la memoria emotiva… todos conocemos algunos de éstos temas, pero discos completos de tales características hay pocos, y uno de ellos es MONGREL.
Dejémonos de polladas, discusiones, arrevolainismos y vicisitudes politicoerotikososiales (sic).
Por cambiar un poco, nos sumergimos en músicas sinfónico-oníricas, de síntesis sospechosamente lisérgicas, pero sosegadas, apropiadas para dejarse llevar… de la mano de Peter Hammill, o debería decir de la voz de éste oscuro trovador, creador de casi todas las canciones del grupo (grupo que por cierto cambiaba prácticamente con cada disco). Ya llevaba una buena trayectoria con LP como«The least we can do is wave to each other» (1970), empezaban a mostrar maneras (Refugees sobrecoge como lucimiento de Hammill); en «Pawn Hearts» (1971) tenemos su trabajo más reconocido, con la inestimable e influyente colaboración de Mr. Fripp, el mejor de sus discos para algunos (escrotolitum?), para otros lo es «The quiet zone/The pleasure dome» (1977), disco a mi parecer más conseguido que el otro, pero creo que se dispersa en la cara B (demasiado pretencioso).