Tenía que volver a los orígenes, era un acto previsto (y esperado) que estaba aguardando la ocasión propicia; y tras los acontecimientos de los últimos días junto con el largo periplo transoceánico que se me avecina, creo ha llegado el momento. Y me refiero a los orígenes solamente por algo personal; mis raíces en esto del rock tienen su germen en éste disco (aparte del sonido nacional de mi adolescencia…). Corrían los primeros meses de mi estancia en ésta ciudad (tuve otras ciudades, otros inicios, otras compañías, aparcadas cruelmente por el olvido…) cuando cayó en mis manos, en uno de mis sitios predilectos para la evasión, naciendo mi devoción por el Boss hasta el día de hoy.
Disco emblemático por todos lados; para empezar, año redondo (bueno para nacer, bueno para la libertad…); con él llegó Bruce al reconocimiento absoluto; previamente dos trabajos notables, innumerables canciones grabadas (afortunadamente recogidas años después por la caja «Tracks») y varios cambios en los miembros del grupo hasta dar con la formación que le acompañará en sus grandes momentos, la E STREET BAND, llegando al sonido que marcará gran parte de su carrera.
Podría nombrar la canción de inicio, «Thunder road», y acabar tan tranquilo; joya increíble de amores imposibles y sueños rotos. Pero es que luego tenemos «Tenth avenue freeze-out» y «Night» (grandiosa, hoy es la banda sonora de cierto programa de gran audiencia…); «Backstreets» nunca dejará indiferente porque todos nos podemos ver reflejados en su historia. «Born to run» es un himno, tan fresco y vigente hoy como hace 30 años; «She’s the one» tiene garra y fuerza, todo lo contrario que «Meeting across the river» (preparando el terreno?), la baladita tierna del disco. Y para terminar, oh, «Jungleland», una de las canciones que más he escuchado en mi vida, completa, bestial, casi diez minutos para hablar de la misma vida con un acompañamiento musical que nos lleva a momentos que ponen los pelos como escarpias, posiblemente por la capacidad de evocarnos momentos de nuestra propia vida poniéndoles ésta banda sonora.
Luego vendrían los años de gloria, con «The river», «Born in the USA» y el grandilocuente triple CD en directo; los baches («Human» y «Lucky») tras el flojo «Tunnel» , el resurgimiento con «The ghost of Tom Joad» y sobre todo «The rising» (de nuevo con la E street band!), y el recogimiento actual con «Devils».
Que cada cual opine, pero que no me quiten el placer de escuchar por enésima vez el «Born to run», que es precisamente lo que he hecho mientras escribía éstas líneas…
Hasta la vuelta.