Un par de enlaces

Dos páginas a recomendar:

  1. Se trata de un friki del rock, argentino y que parece que disfruta, no sé si más con la música o escribiendo sobre ella.
  2. Y la otra paginita bastante interesante de unos tipos que comentan y se entretienen con la música, de orientación jazzí­stica, pero ojo, tiene una sección de rock que incluso me parece más profunda e interesante. Y con unas recomendaciones acertadí­simas, por lo que conozco.

La feminidad craquelada

"arco por excelencia" y "conjunción"

La sala de exposiciones Alameda, patrocinada desde hace 10 años por el área de Cultura de la Diputación malagueña, cierra sus puertas el próximo dí­a 6 de mayo. La última exposición a la que da cobijo está dedicada al mundo femenino, con obras de Marina Nuñez, Anna Jonsson, Carmela Garcí­a, Sandra Vivas, Francisca Antúnez y Beth Moysés. Una selección de fotografí­as, "yo solita"ví­deo creación, esculturas y diferentes instalaciones que nos acercan la visión de estas artistas sobre el cuerpo femenino, la sexualidad, la maternidad, todo un mundo sensorial oculto tras los prejuicios. La exposición es intimista y a la vez una clara apuesta por el arte hecho por mujeres para todos los públicos, hablando de si mismas, utilizando los espacios públicos como instrumento de lucha contra la reclusión del discurso femenino al ámbito de lo privado.

Se pretende crear una muestra que ofrezca en la ciudad de Málaga, una visión contundente y de alto nivel artí­stico sobre algunas de las lí­neas por las que se desarrollan los discursos y debates artí­sticos actuales que unen arte y género, desde ópticas feministas, unas de forma explí­cita y otras implí­citas o más evocadas
Margarita de Aizpuru, comisaria de la exposición.

Nos gustarí­a destacar el trabajo de la escultora sueca, residente en Sevilla, Anna Jonsson. Las obras, cortesí­a de la galerí­a Magda Bellotti, son un sorprendente conjunto de figuras de barro cocido y policromado con temple al huevo. "under my skin"Sorprenden los colores brillantes y optimistas, el tamaño de las obras, que van desde los pocos centí­metros al metro veinte de altura. La artista pasa por el filtro del humor ácido, los roles socioculturales aceptados de la mujer. La maternidad, la competitividad, el aislamiento. Las obras nos trasladan sentimientos tan cotidianos como invisibles con un estallido de colores reales, primarios, oní­ricos.


La feminidad craquelada
Nuevos comportamientos y reestructuraciones genéricas.

Sala Alameda
Alda. Principal, 19
Hasta el 6 de mayo del 2007.
De martes a domingo
11:00/14:00 – 17:00/ 21:00
Diputación de Málaga. írea de Cultura

Enlaces relacionados »

    [Sala Alameda]
    [Galerí­a Magda Bellotti]
     

Booker Little | Out Front (1961)

Booker LittleO lo que es lo mismo, “Booker Little and his Quintet featuring Max Roach†, detalle necesario y justo, reconocimiento puntual y sentido a uno de los mejores baterí­as del jazz; además, también figura en el grupito el gran Ron Carter, que luego se incorporarí­a al más famoso pero no por eso mejor “segundo quinteto Miles†; en los cortes donde no aparece Ron, lo hace Art Davis. Al piano, un discreto pero efectivo Don Friedman. Y los vientos, de otro planeta, Julian Priester al trombón equilibra los derroches virtuosos de las dos bestias principales: Booker Little (trompeta) y Eric Dolphy (saxos alto y bajo, y flauta), dos vendavales de juventud exaltada (23 Booker, 33 Eric) que sin embargo se intuyen veteranos quizás porque la muerte los esperaba a la vuelta de la esquina: a Booker ése mismo año por un “ataque de uremia† y a Dolphy tres años más tarde por una cetoacidosis diabética, dos complicaciones médicas hoy probablemente solucionables, entonces fatales, definitivas.

«Éste es el mejorrr disco de trrrompeta, y uno de los 3 mejorrres de jazz, jamás gggabado.» Ésas fueron las palabras textuales, en la feria del disco, que me soltó un alemán, chapurreando el castellano, desde sus dos metros de altura y tras 3 cajas de frutas repletas de vinilos de jazz, envuelto en una nauseabunda tufa por la evidente falta de higiene y los no tan evidentes efectos etí­licos de la noche anterior. «Yo es que soy trrrompetista, sabe?» Me llevé el vinilo, no sin regatearle algunos eurillos y así­ fue como adquirí­ ésta maravilla. Razón tení­a el gachón, además de advertirme la recomendación de no escucharlo a menudo: «muy denso, lleno de matises, puede saturrarr», concluí­a introduciendo los frutos (mermados) de la transacción en una caja de latón oxidada.

Eric DolphyBueno, ¿y el disco? Pues no me veo capaz de añadir nada más, completo y denso, sí­, espectacular, con una mezcla de hard-bop y cool a ratos, con notas (Dolphy is here) del vanguardismo que vendrí­a después y algunas partes realmente tremendas, por lo oscuro (el medio tiempo de “Moods in free time† es sobrecogedor, “Man of words† podrí­a ser una marcha fúnebre…), el dejarse llevar en inacabables terminaciones (algo así­ como los Allman en los conciertos del Fillmore…), enganchando un solo detrás de otro: Booker-Julian-Eric-sección rí­tmica y vuelta a empezar para concluir el tema (sirva de ejemplo “Quiet please†).

Una joya para disfrutar… eternamente? Juzguen.