Hot Tuna | Burgers (1972)

«Burgers», de Hot Tuna (1972).

Disco ganso. Siguiendo las estelas acústicas de su anterior trabajo (el directo «Hot Tuna», 1970) los colegas Jorma Kaukonen y Jack Casady (componentes ambos sendos de Jefferson Airplane, la banda más pobre de rock psicodélico californiano) nos sorprenden con un soplo de soft blues rockero en plena cara. Acompañados por Papa John Creach al violí­n y Sammy Piazza a las baquetas (con la puntual colaboración de David Crosby-borracho, por supuesto), canciones como «True religion» (tranquilo Dr.J), «99 Year Blues» o la inmejorable «Water song» nos demuestran el acierto de éstos tipos al alejarse del camino mariposón de los Airplane y escribir una de las grandes lí­neas del Rock suave, parafraseando a D. Jose Mª Sanz («loco» para los conocidos)… en la próxima entrega del Talibán.

6 Comments

  1. Otra nueva incorporación a bruto. Bienvenido y gracias.

    Ilumí­nanos oh Talibán del Rock, a nosotros pobres brutos musicales.

  2. qué polla más gorda. esto es música y no el pasodoble matador a ritmo de theremí­n, aeh’!(Dr. J)

  3. Buenas!!!

    Comentaros un par de cosillas sobre este apotéosico disco…en primer lugar, esas magnificas versiones de los clásicos “99 Year Blues” compuesta y grabada por Julius Daniels en 1927 y «Let Us Get Together Right Down Here» de Rev.Gary Davis…no os doy más la vara…
    La nota curiosa, la encontré investigando por internet, y es referente el nombre del grupo…resulta que esta banda se querí­a llamar «HOT SHIT» y como es obvio el nombre de «truño caliente» no le hizo mucha gracia a la discográfica.

    Un saludo, compañeros.

  4. Bueno, bueno, Chamán, parece que nos vamos a entender bien de aquí­ en adelante (también espero tus discos recomendados en este sagrado espacio que nos regala Bruto). Ya es hora de que se pueda hablar de auténtico Rock ‘N’ Roll en éste puto paí­s!!!!!!

  5. Bueno, señores, creo que va siendo hora que nos acordemos del Blues, una de mis debilidades. Creo que no me resultará difí­cil escribir una reseña o recomendar un disco de vez en cuando, ya que creo lo bonito de este género es la historia que hay detrás de cada bluesman, de cada disco y de cada tema, aunque su esencia siempre gira en torno a mujeres, alcohol, trabajo en el campo, esclavitud, dios y el diablo….

    Me gustarí­a comenzar con un disco que descubrí­, hace unos meses, y que supuso una gran revelación. Este disco es The Original Delta Blues de Son House. Un álbum de puro Delta Blues, un hombre con su guitarra y sus demonios…
    Son House fue uno de los principales artí­fices del «Delta Blues». O por lo menos eso dicen los libros….No es ni de lejos de los nombres más conocidos, pero está probado que, entre otras cosas, enseñó más de una y de dos técnicas al gran mito de la historia del Blues, Robert Johnson, y de hecho se le atribuye la leyenda de que Johnson vendió su alma al diablo a cambio de su extraordinaria (y sobretodo repentina) habilidad a la guitarra. Tras pasar su momento de gloria, se retiró de la escena y no tocó una guitarra en años, décadas, para no grabar nada, absolutamente nada hasta el «Revival» del blues en los 60, cuando la discográfica Columbia le propuso grabar una selección de sus mejores temas, que son los que conforman este disco. Es increí­ble, como un hombre después de varias décadas, sea capaz de hacer una exhibición de este calibre. Su técnica no es tan espectacular como la de algunos de sus contemporáneos, pero por encima de todo Son House poseí­a una voz poderosa como pocas y una capacidad de expresar sentimientos sin igual. Un espí­ritu que detectas en una primera escucha, tal vez por la sencillez de su sonido, y «Death Letter» es su mejor ejemplo. (la cual abre el disco y este tema es posible que suene a más de uno porque los White Stripes ya lo versionearon en «De Stijl»). Hay incluso un par de espirituales, «John the Revelator» y «Grinnin’ in your face», (Versioneadas recientemente por los enormes Gov’t Mule y rindiéndole pleitesí­a con un respeto sin igual), en las que Son House sólo usa su voz y la guitarra a modo de percusión.

    Un documento excepcional y una gran revelación. Hacedme caso es un disco simplemente perfecto.

  6. Pues ya sabes dónde lo puedes ir poniendo…
    A todo lo demás…AMí‰N

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