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  1. Es que arrastramos el tema desde J.A. Mendizabal, y ya como que va siendo hora de pasar página. El pasado no es variable, pero el futuro no depende de él, ¿no decí­amos algo así­ entre el 4º y el 5º cubalibre el viernes?.

  2. Que tal…

    La esfera religiosa siempre ha sido importante en el ser evolutivo, sin embargo, ha sido punto de partida para promover caos cuando no es entendida adecuadamente y carece un proceso de asimilación constante. El sujeto debe y puede participar en actividades que sienta que le elevan ese espí­ritu, pero también las escuelas deben promover una «ética plural», basado por ejemplo en el concepto de Kung sobre esa ética planetaria, ya que la religión y la ética están o debieran estar í­ntimamente ligadas.

    No se puede perder de vista que las escuelas no solo transmiten información sino que tienen derecho y obligación de ayudar a la formación individual, social y sobre todo ayudar a que ese ser evolutivo en transición adquiera hábitos que le ayudarán para su formación en el presente y en el futuro. Sin embargo, todaví­a sigue estando muy insí­pido esta mezcla de educabilidad formal con religiosidad, o ¿es que todos los colegios que se dicen creyentes o aportan algo a la fe siempre lo han sido y siempre lo serán? siempre está esa chispa de cambio, de ver distintas misiones y visiones institucionales para poder adaptarse al cambio.

    Y habrí­a que cuestionar la razón por la cual en ciertas Instituciones formales de educací­ón básica y Superior se habla de deportes, sexualidad humana, cultura, civilización y se descuida el lado afectivo-emocional-religioso que es básico para trascender como ser humano, además, es una torpeza de algunos sistemas el querer negar hablar de Dios por asumir que podrí­a ofender a otros ¿ofende dar una opinión? ¿ofende a otros comentar sobre la Biblia u otro instrumento considerado sacro? Por el contrario, los ofendidos deberí­an ser los ciudadanos al ver que una democracia en teorí­a se forma por pluralidad de convivencias, experiencias, culturas, opiniones y que aunque no sean aceptadas al menos se dejan entrever en el tejido social.

    Todaví­a para mi resulta patético y lamentable que los roles, los modelos a seguir de muchos jóvenes sean cantantes, artistas, lí­deres que llevan una moralidad dudosa pero que claro son famosos, poderosos, ricos y eso no es lo trágico que bueno que se identifiquen con ellos, lo trágico es que no aprendan a identificarse con personajes históricos, más humildes, más sencillos, menos complejos con menos fama y fortuna que sí­ hicieron cambios sociales e individuales, así­ las instituciones educativas debiesen promover el conocimiento de figuras lí­deres espirituales que han ayudado o van a ayudar al progreso de la religión y de la ética.

    Saludossssssssssssssss
    °f-G.

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