Centauros en el dí­a de Navidad

Fun, fun, fun...

Pues si. Fue el pasado 25 de diciembre cuando de nuevo, y como no, La 2 se opone al resto de cadenas y emite una noche temática dedicada a la mafia. En estos dí­as en los que todo el mundo es «güeno» no está de más recordar la otra cara del ser humano y hacerse eco con la proyección de una pelí­cula majestuosa, El Padrino II (1974, Francis Ford Coppola), y de un documental breve pero impactante, Los cantos de la mafia (2002, Géraldine Giraud).

Iba a poner fin a un fantástico 25 de Diciembre, fun, fun, fun y de repente (dramatizo un poco, porque lo vi en el teletexto, permí­taseme la licencia):

¡¡Centauros del Desierto!! (1956, John Ford)

La primera vez que la vi (hará unos diez años) me quede de piedra, sobrecogido por su violencia implí­cita y esta segunda vez vi aún más matices de fuerza, amargura, poesí­a… Y simple argumento: Un excombatiente de la guerra de Secesión, Ethan Edwards, regresa a casa, su querido hogar formado por su hermano Aaron, su cuñada Martha, sus dos sobrinas Lucy y Debbie y un muchacho medio mestizo Martin. Lucy está prometida a un joven muchacho, Brad, cuya familia vive cerca mientras que Laurie, la hermana Brad, está enamorada de Martin. El secuestro de una de las sobrinas por parte de los indios, hace que Ethan Edwards (John Wayne) se enfade y de verdad con todo lo que se le pone por delante, incluso con el mismo y con los suyos. Ahí­ está la vuelta que le da al film el maestro Ford; enfréntate primero a tus demonios, hasta que no soluciones tus problemas poco podrás hacer por lo demás. En fin «para mi» y hasta que llegó Sin Perdón (1992, Clint Eastwood), el último gran western.

Desde el cariño y el talante salsaludos fargo.

5 Comments

  1. Tas librao por lo de «para mi»… 😉
    Probablemente una de mis pelis favoritas, John Ford borda una pelí­cula perfecta de principio a fin. Y que decir de Ethan, uno de los personajes mas turbulentos de la historia del cine, todo rencor, odios y comecocos internos. Una galerí­a de personajes inolvidable y una fotografí­a grandiosa (sobre todo Monument Valley). Ford deja claro quien es Maestro del celuloide. Y Más la ves, más te gusta.
    Peeeeero antes de «Sin Perdón», postrémonos ante «Grupo Salvaje» de Sam Peckimpah.
    Ah el western… que genero.

  2. Buenas Fargo, desde la retaguardia obviada (lógicamente…)
    Chapó por hablar de cine hecho con testosterona y sudor, con rencor y avaricia, sin lí­mites ni fronteras ni horizontes (y mientras escribo me llega a los oí­dos una canción acústica de Neil Young…) aunque, eso sí­, con un pelí­n de exceso megalomaní­aco (no puedo evitar un recuerdo a los Sabbath…). Con respecto a de Godfather no haré comentarios (rí­os de tinta ya vertidos, mitos y leyendas, héroes de cartón-piedra, historias que uno no se cansa de revisitar). Con respecto a Sin Perdón o Grupo Salvaje, sólo puedo quitarme el sombrero de ala ancha y echar un recuerdo a Sergio Leone, que por otro lado firmó una de las grandes historias relativas a la cosanostra («í‰rase una vez América»), y con ésto se cierra el cí­rculo, y el comentario

  3. La 2 tiene estas cosas que te dejan emocionado y con la boca abierta.

    Me sumo a «El bueno, el feo y el malo» de Sergio Leone y añado «El hombre que mató a Liberty Valance» también de John Ford con John Wayne y James Stewart. Y entre los mios muy particulares, «Camino del sur».

  4. Cómo olvidarse de esta pelí­cula, de la cual gente como Brian de Palma y Steven Spielberg han dicho que les motivó para hacer cine… Y uniéndome a las recomendaciones, son demasiados los grandes momentos del western clásico que se pueden citar: desde la inolvidable recreación del duelo en OK Corral de «Pasión de los fuertes» a la catarsis de la claustrofobia (con un punto cómico) en «El Dorado», pasando por la maravillosa trilogí­a de los rí­os de Howard Hawks (mi preferido es el rojo), la humanidad en miniatura en «La Diligencia», el suspense enmarcando esa alegorí­a de la cobardí­a que es «Solo ante el peligro»… Definitivamente, el Oeste americano ha tenido la suerte de ser escogido como escenario de lo que muchos genios tení­an que decir sobre los grandes temas.

    Aprovecho también para mencionar el western más extraño que conozco, fascinante en su propio cinismo: «El dí­a de los tramposos» (There was a crooked man) de Mankiewicz.

    Felicidades por la web, y feliz año

Comments are closed.