Sangre Fácil (1984)

Escrito Originalmente por Bird

Sangre Fácil

Primera aparición de los hermanos Coen. Una gran pelí­cula de cine negro con un guión quizás demasiado retorcido. Desde ya se vislumbra el fino sentido del humor que seguirán manteniendo durante toda su trayectoria como cineastas.

Destacan los trabajos de Frances McDormand/Abby (que se casó el mismo año del estreno de la pelí­cula con Joel Coen y desde entonces ha sido habitual su colaboración con los hermanos Coen: Fargo, Arizona Baby, Muerte entre las flores) y M. Emmet Walsh/Detective privado.

Es una pelí­cula cojonuda, pero se nota demasiado la falta de presupuesto con respecto a sus posteriores obras.
Considerada por mucha gente como una obra de culto, personalmente considero que estando bastante bien y aun siendo quizás la producción menos conocida de los hermanos Coen, no llega a la altura de tí­tulos posteriores como “Muerte entre las flores (1.990)†, “Fargo (1.996)†, “El Hombre que nunca estuvo allí­ (2.001)† o, dentro de la comedia, la que para muchos es la mejor o al menos la pelí­cula más entretenida que han hecho, “El gran Lebowski (1.998)† .

Enlaces relacionados:

    [Ficha de la pelí­cula]
    [coenbrothers.net]
    [Hermanos Coen en Fila Siete]
     

Así­ habló Stallman

«[…] Las patentes del software no cubren programas o código; cubren ideas (métodos, técnicas, caracterí­sticas, algoritmos, etc.). Desarrollar un programa grande exige la combinación de millares de ideas, e incluso si algunas de ellas son nuevas, el resto deben haber venido de otro software que el desarrollador ha visto (previamente). Si cada una de estas ideas puede ser patentada por alguien, probablemente cada programa infringirí­a centenares de patentes. Desarrollar un programa grande significarí­a exponerse a centenares de pleitos potenciales. Las patentes del software son amenazas para los desarrolladores de software y para los usuarios, que también pueden ser demandados.

Algunos afortunados desarrolladores del software evitan la mayorí­a del peligro. Son las grandes empresas, que poseen millares de patentes cada uno y licencias cruzadas con cada una de las otras (grandes empresas). Esto les da una ventaja sobre sus rivales más pequeños que no están en situación de hacer lo mismo. Esa es la razón por la que las grandes empresas ejercen presión sobre las patentes del software.»

Extracto del artí­culo del gurú Richard Stallman «Bill Gates and other communists» [CNET News.com]

Mi ‘pero’

En el tema de la Constitución europea y el próximo referéndum todo el mundo le pone ‘peros’ al Tratado. Te dicen «votaré sí­ pero…» o «estoy de acuerdo pero…», incluso los partidos que apoyan el Sí -los que tiene mayor número de votantes- dicen que el Tratado no es el mejor posible y por tanto, mejorable. La razón que más se oye a favor del Sí es que obtener un NO como resultado del referéndum serí­a algo catastrófico, ni siquiera contemplado entre las posibilidades. ¿Y por qué no podemos decir NO a este Tratado?

Partiendo de la idea de que casi la totalidad de los europeos están a favor de tener un Constitución común, ¿por qué no podemos exigir la mejor entre las posibles? O al menos un mí­nimo común denominador con el que la gran mayorí­a de los europeos esté de acuerdo.

Por lo que he entendido, se ha querido respetar la individualidad de cada paí­s, dando como resultado una Unión de Paí­ses de Europa en vez de una Unión Europea. Las polí­ticas de los diferentes miembros deberí­an converger hací­a un punto concreto y común marcado (o enmarcado) por la Constitución. Así­ lo han hecho, pero es que además se han puesto a decidir si se debe llegar a ese punto por la izquierda, por la derecha, desde arriba o desde abajo y claro, ahí­ ya te surgen las dudas y los desencuentros.

A mi entender, un NO indica que se quiere un Tratado diferente al que se nos ofrece y no una negativa a tener una constitución. Vamos, que no es una tragedia, que simplemente se tendrí­an que poner a trabajar y a hacerlo bien, como el resto del mundo. Y a ser posible con menos abogados y más humanistas participando en la elaboración.

Por cierto, respecto a la Constitución, mi posición actual es: sentado y leyendo.