Ayer, el servidor en el que está alojado bruto estuvo caído, no funcionó, durante gran parte del día. Esto me impidió escribir sobre los atentados de Londres o cualquier otra cosa.
Cuando tuve oportunidad de acceder a la información sobre el atentado, opté por seguirla a través de la televisión y de internet, escogiendo en este último medio la página de la BBC, tanto en inglés como en español (hasta que me dí cuenta que las dos se actualizaban al mismo tiempo y con la misma información), las ediciones digitales de los dos grandes periódicos españoles, El País y El Mundo y la página de Nacho Escolar, que hizo un gran seguimiento de la noticia minuto a minuto. Más tarde me enteré que en la Wikipedia en inglés también estaban haciendo lo mismo.
Aparte del terrible atentado en sí, me fijé en la forma de informar sobre el asunto de los medios y políticos británicos. Sólo puedo decir que fue impecable: con contención, asegurándose de la información que daban, evitando imágenes innecesarias, pero sobre todo anteponiendo la importancia del secreto en la investigación y los intereses de su país, a la repercusión mediática y al negocio puro y duro. De hecho, muchos informantes españoles, para buscar noticias, se remitían a fuentes alemanas, italianas o de otras nacionalidades porque los ingleses no las daban. Y con razón. Bajo mi punto de vista, así evitaron mucho pánico y miedo que, al fin y al cabo, es una de las cosas que buscan los terroristas con sus actos. No les hicieron esa parte del trabajo sucio.