Atila

atila

Atila. Rey de los hunos. El azote de Dios:

[…] murió ví­ctima de una hemorragia nasal, murió ahogado en su propia sangre. En ese año 453, cuando Atila contaba 58 años, fue enterrado en tres ataúdes; uno de hierro, otro de plata y otro de oro. El cuerpo de Atila, enfundado en esos tres ataúdes, fue depositado en un lugar secreto. Y al igual que hiciera Gengis Kan algunos siglos más tarde, más de 1000 jinetes cabalgaron sobre la tumba de Atila, de la que nunca más se supo. Hasta hoy no se ha encontrado la tumba de Atila.

20 años después caí­a, se desmoronaba, el imperio romano de occidente. Uno de los arietes que contribuyó a ese desmoronamiento fue sin duda Atila, que tuvo libertad de acción durante 13 años gracias al fallecimiento casual, o no, de su hermano Bleda. Su enemigo í­ntimo, Bleda.

A veces la historia es así­ de caprichosa, llega un oso (que mató a Bleda) y eso provoca que te conviertas en emperador de un gran pueblo.»

Juan Antonio Cebrián en los Pasajes de la Historia del 23.12.2004 de su magní­fica La Rosa de los Vientos.