La Guardia Vs. La Guardia

La GuardiaPor motivos profesionales la Monaca di Monza y yo hemos tenido ocasión de contemplar desde primerí­sima fila el contencioso jurí­dico entablado por Joaquí­n Almendros contra Manuel España por el uso de la denominación «La Guardia» para designar un conjunto musical. Como casi todos sabemos Manuel España lleva desde hace ya casi tres años paseando por los escenarios lo que él denomina «La Nueva Guardia», constituyendo el repertorio de la citada formación un repaso fidedigno de los temas de éxito en su dí­a compuestos por Almendros-España, habiendo llegado incluso a publicar un álbum “Ahora!† cuya portada (izquierda), no nos engañemos, guarda gran semejanza con «Cuando brille el sol» de 1990 (derecha).

Dase la circunstancia además que España va acompañado por D. Emilio Muñoz, conocido en algunos cí­rculos esotérico musicales de la ciudad como «el albañil preocupao», que perteneció a la formación original que tantos éxitos cosechó, agavilló y empaquetó. Tuvimos oportunidad de contemplar la vis cómica del Sr. Muñoz (muy a su pesar) en el programa «Números Rojos» al que acudió tras una serie de tropiezos en diversos proyectos empresariales.

La Guardia 2El meollo del asunto estriba en que Almendros entiende que España no posee un derecho personal y único para poder usar la denominación, de modo que se erija en propietario de la marca y la use a su antojo, reclamando la cotitularidad sobre la misma, el objeto es claro: impedir que su antiguo amigo de la infancia siga exprimiendo lo que en su dí­a fue una buena gallinácea. Se da el caso de que en su dí­a, los cuatro componentes originales registraron el nombre, pero dicho registro caducó, y en la actualidad se encuentra registrado «única y exclusivamente» a favor de España, quien, más espabilado procedió a su registro de forma individualizada en 2003.

Igualmente Almendros entiende que la revisión que España está haciendo de los temas por ambos compuestos supone una traición al «espí­ritu» original de la formación y a la calidad técnica de las grabaciones en su dí­a realizadas.

España, por su parte, cifra sus pretensiones en declarar que en todo caso él era el «espí­ritu» de la formación original, que constituí­a su imagen, que Almendros no fundó el grupo (esta afirmación resulta en verdad gratuita pues argumenta que Almendros no participó en la grabación del single producido por Sepulvedana Records de «La Guardia del Cardenal Richelieu» embrión original de la posterior formación; el motivo de no estar presente lo era merced al cumplimiento de un deber inexcusable, esto es, la mili, circunstancia que aprovecha España ante las instancias para desacreditar a Almendros), y que, en suma, puede hacer lo que le dé la gana..

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