Hace unas semanas me escribieron pidiéndome permiso para incluir ésta foto que tengo colgada en flickr en la tercera edición de la guía Schmap de Milán.
Mi intención, como ya dije, era borrar mi cuenta de flickr pero el simple hecho de que alguien haga las cosas bien —pida permiso para publicar tus fotos, reconozcan al autor de la misma, pongan un enlace a la página y, sobre todo, que tengas la posibilidad de negarte a publicar— ha hecho que vuelva a verle un ligero interés a flickr y que me piense lo de eliminar mi cuenta o que, simplemente, lo posponga un poco más.
Por cierto, las guías están muy bien y se pueden descargar.