LAS DESVENTURAS DE ANTOINETTE COSWAY
Más de cien años después de que Charlotte Brontë crease el personaje de Mrs Rochester, Rhys sorprendió con el antecedente de Jane Eyre (1847), tras muchos años sin publicar. «Ancho mar de los Sargazos» relata a tres voces todo lo que no nos contaron sobre Antoinette Cosway, la antillana blanca. Rhys no sólo respeta el personaje de Brönte sino que profundiza de una forma casi mágica, en la infancia y juventud de la futura Señora Rochester desde su Jamaica natal. No es casualidad que la propia Jean Rhys fuese hija de una criolla y que naciese en la isla de Dominica. Cada una de sus descripciones, la espesura de la vegetación, el perfume de las flores, las mil variantes del color verde, esa sensación del peligro acechando y las referencias al vudú, nos transportan a la época del fin de la esclavitud.
En 1801 cesa la trata de esclavos en Inglaterra y en 1849 queda abolida en Francia. Por entonces, muchos criollos adinerados se vieron reducidos a ‘cucarachas blancas’, ‘white nigger’ que veían mermada su superioridad racial al perder su riqueza. Fue en las colonias francesas (Haití, Martinica, etc.) y en las inglesas (Jamaica, Virginia, Carolina, Georgia y en general en el Sur de las Trece Colonias) donde el empleo de esclavos alcanzó mayor densidad y donde el colonialismo, promulgaba su ley no escrita:
Eres rico porque eres blanco y eres blanco o vives como tal, porque eres rico.
Sin dinero, la familia de Antoinette queda aislada de los blancos pudientes que los desprecian por su fracaso y entre tanto deben hacer frente al mismo desprecio, mezclado con odio, de los negros.
Dijo que no era eso lo que se iba diciendo por ahí. Que se decía que éramos pobres como ratas. […] Había en Jamaica mucha gente blanca. Gente blanca de veras, que tenía dinero de oro. Y esa gente blanca ni nos miraba y nadie nos había visto con ella. Los blancos de los viejos tiempos no son más que negros blancos, ahora, los negros negros valen más que los blancos negros.»
En esta recién creada sociedad post esclavista nace y se casa Antoinette Cosway, desde ese momento Bertha Rochester. Lo que prometía ser el final de sus desgracias, no se convierte mas que en el triste principio. Blanca o negra, con o sin dinero, ella nunca dejará de ser una prisionera.
Antoinette me dijo:
– ¿Es verdad que Inglaterra es como un sueño? Una de mis amigas se casó con un inglés, y me escribió diciéndome que Inglaterra era como un sueño. Me dijo que esa ciudad, Londres, a veces es como un sueño frío y oscuro. Me gusta estar despierta.
Irritado repuse:
– Pues esta es precisamente la impresión que me causan tus hermosas islas. Me parecen irreales y como un sueño.»
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