El infinito es una región donde la verdad se inclina para alzar el vuelo. Conmovido por la peregrinación del tiempo en los espacios, me centro en descubrir la belleza sólida preñada de fluidos sutiles. Hay una terraza con vistas al desierto que aproxima la carne asada a un cielo fragmentado por colores. Un cielo apedreado por aviones, donde un hombre de tiza baila con otro de arena, acompañados por una mujer que nos eleva con el movimiento de sus pies descalzos sobre el suelo de llamas. Amamos la oscuridad más que las llamas. Amamos los líquidos más que los sórdidos y pesados manjares de grasa. Bailan las partículas con requiebros de aire, la música crece desde teclas de viento en la terraza con vistas a tus ojos. Y así se rompe la noche en tres cascabeles sin gato, en tres versiones de la plenitud que duermen boca arriba bajo el cielo del desierto… plenitud de estrellas y silencio. Poseemos la noche desnudos como una mujer adúltera que se acerca a la jofaina de agua después de cumplir su voluntad divorciada.
Hay una terraza que busca descubrir la música ritual de los animales de dos piernas, de arena y de tiza. Una terraza que es la memoria de los días felices. Una terraza que cultiva semillas de árboles encantados, una terraza con vistas a la tierra donde Gargoris descubrió el sabor dulce de la miel. Una terraza que busca un cuerpo ondulado y perfecto, donde besar con todos los detalles del paraíso, donde no habrá más luz que esta luz amarilla donde te he hallado. Esta es la plenitud, la búsqueda de lo invisible en libros de mil horas, en sonidos sin forma de universos desilusionados donde poder percibir lo perpetuo.
Siguiendo el rastro de los poemas de nuestro gran osteoporótico visionario, una vez conocido los abismos de la mescalina, soportando las penas de la soledad y la pérdida, después de pintar más y escribir menos, Michaux me sigue conmoviendo con su huida hacia la plenitud.
Redención
el mundo entra en vibración
con el sentimiento de lo indecible.Lo sólido, lo duro, lo construido
está turbado por lo liviano, lo impalpable.Lo imperecedero desplaza, desmiente lo mortal.
Lo sublime esponja, devasta lo común,
lo sublime fuera del santuario.Oscilando en lo inmenso
el eco
donde reside el ser
más allá del ser.Calma
Búsqueda
Una comparación excava para mí.Avanzo
para la continuación
para la perpetuación.
Las puertas acechan
fuertes cortinas de presión.»Fragmento de «Hacia la Plenitud», de H. Michaux
Siempre vuestro, Dr. J.
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