Abelardo Morell | Fotografí­as

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    Lugar:
    Diputación de Málaga
    Cultura y Educación
    Sala de Exposiciones Alameda
    Alameda Principal, 19
    Fechas:

  • 24/06/06 – 27/08/06

Retrospectiva del fotógrafo cubano afincado en USA compuesta de unas 50 fotografí­as que abarcan 30 años de trabajo del autor.

Encontramos retratos e instantaneas al más puro estilo realista en los comienzos (años 70). Según avanza la exposición comprobamos como la temática y la intención del fotógrafo evolucionan hasta sofisticarse creando un verdadero universo personal.
Curiosa es una de las obsesiones del autor: fotografiar montones de libros.

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    [ Diputación de Málaga | Información sobre la exposición ]
    [ Abelardo Morell | Página del artista ]
     

Factótum (2005)

Escrito Originalmente por Vino Mariani

factotum

A sugerencia de nuestro querido Cosmo, Mariani se estrena en bruto con este tí­tulo que me ha sorprendido recientemente en la cartelera. Junto con El asesinato de Richard Nixon, de Sean Penn (2004, pero estrenada recientemente), es de lo mejor que he visto este año.

La pelí­cula, dirigida por Bent Hamer, es una coproducción Noruega-Estados Unidos y cuenta escenas de la vida cotidiana de Henry Hank Chinaski. No sigue un argumento explí­cito, es más un muestrario de la manera de vivir y las reflexiones de este personaje. No obstante sigue un ritmo agradable e inteligente para no caer en el tedio, aunque puede ser que los que no conozcan las raí­ces en que se fundamenta se les quede un sabor de boca un poco más pobre que los que sí­ estén al tanto.

factotumChinaski es escritor. Escribe relatos y poemas y los enví­a a publicaciones literarias que siempre los rechazan. Pero eso a él le trae sin cuidado. Escribe por la necesidad vital que le supone tal actividad creativa, porque, si no lo hace, no se siente vivo. Todo ello se engloba en una filosofí­a existencial en la cuál lo más importante es la satisfacción inmediata, fí­sica y espiritual, lo que se traduce en cambiar de trabajo constantemente, provocando que lo despidan cada dos por tres (sólo quiere el trabajo para pagarse una pensión, la bebida, los folios y los bolí­grafos), el sexo, apostar a las carreras y, sobre todo, beber. Busca mujeres que, en cierto sentido, compartan este tipo de filosofí­a con él, “almas gemelas† con las que fundirse existencial y sexualmente, y las encuentra. Todo ello da como resultado una pelí­cula a veces divertida, otras veces destructiva pero, en mi opinión, cargada de una poesí­a implí­cita en cuanto a la búsqueda y afirmación de uno mismo.

Hank es el alter-ego de Charles Bukowski (1920-1994), considerado por algunos como el último escritor “maldito† de la literatura norteamericana, y confundido a veces con la generación beat (en la cuál, Mr. Bukowski se cagaba en pleno). Ha sido comparado con Henry Miller, Céline y Hemingway, entre otros autores, y ha inspirado numerosas pelí­culas, como Barfly de Barbet Schroeder y Ordinaria Locura de Marco Ferreri. En la editorial Anagrama podéis encontrar sus novelas y compilaciones de relatos más significativos, de entre su prolí­fica obra.

Volviendo a la pelí­cula, he de decir que tanto la fotografí­a como los ambientes y localizaciones están muy cuidados, en el sentido de que identifican de una forma muy lograda (o al menos eso es lo que yo sentí­ al verla) los colores, ideas, y sensaciones que quiere transmitir y, aunque la novela es de 1975, no se hace necesario recurrir a la estética 70´s –la localización temporal parece más cercana a nuestros dí­as-, ya que su razón de ser hace que sea atemporal en cierta manera, pudiendo situarse perfectamente en cualquier perí­odo del siglo XX y XXI . A destacar un más que aceptable Matt Dillon en el papel de Chinaski (desde The Outsiders y Rumble Fish, las dos de Francis Ford Coppola, este chico –ya no tan chico- no habí­a hecho muchas cosas decentes, en mi opinión), he de confesar que antes de verla estaba un poco con la mosca detrás de la oreja, una adaptación de una novela de Bukowski y encima con Matt Dillon como protagonista… Los demás intérpretes también se acoplan de miedo en el film, -incluso los que tienen pequeños papeles, estupenda la secuencia en la que Hank va a visitar a sus padres sólo para poder comer ese dí­a- salvando la quizá un poco sobreactuada participación de Marisa Tomei en el papel de Laura.

BukowskiY es que aquí­ me ha pasado como con otras muchas cosas últimamente. Bukowski marcó gran parte de mi adolescencia tardí­a. Me he puesto a buscar y me he encontrado nada menos que con seis libros (incluyendo Factótum) que ya ni me acordaba de que estaban ahí­. La cuestión es que en ese momento me serví­an para dar salida a cosas, sentimientos y sensaciones, propios de una mente adolescente que sale de marcha los sábados a coger un cacho ciego y flipa mirando Trainspotting: eso es, mirándola pero no viéndola. Este caso es similar, ahora, las manos de bourbon, los cuatro polvos diarios obligados a su novia, las apuestas sin escrúpulos, el rechazo al sueño americano pasando de un trabajo a otro aguantando el tiempo suficiente como para poder cobrar después el paro, y el pasarse horas escribiendo relatos inspirados en todo esto, se ven de otra manera, más como una actitud, una manera de vivir sin pretensión de ser más punki y pasota que nadie, sino porque él es así­ de verdad, ¿para qué dejarse engañar adoptando otro rol? Su vida se resume en una pasión artí­stico-creativa (los que de alguna manera tenemos esa pasión lo podemos entender hasta cierto punto), sólo que de una forma radical como pocas veces se ha visto. He conocido a muchos Hank, y a veces me he sentido igual, queriendo ser y vivir así­… Quizás por eso le tengo simpatí­a, por tener ese valor… Claro que no sé quién tiene más valor, si el que actúa como Hank o el que se levanta todos los dí­as a trabajar sus ocho (o más) horas diarias para que su familia tenga una estabilidad y un futuro. Supongo que cada cuál a su manera tiene las mismas miras: vivir, unos a través de (o para) ellos mismos y otros a través de los demás, de sus seres queridos y amigos. El debate queda abierto.

Si vas a intentarlo, ve hasta el final. De lo contrario no empieces siquiera. Tal vez suponga perder novias, esposas, familia, trabajo, y quizá la cabeza. Tal vez suponga no comer durante tres o cuatro dí­as. Tal vez suponga helarte en el banco de un parque. Tal vez suponga la cárcel. Tal vez suponga humillación. Tal vez suponga desdén, aislamiento… El aislamiento es el premio, todo lo demás es para poner a prueba tu resistencia, tus auténticas ganas de hacerlo. Y lo harás, a pesar del rechazo y de las í­nfimas probabilidades. Y será mejor que cualquier cosa que pudieras imaginar. Si vas a intentarlo, ve hasta el final. No existe una sensación igual. Estarás solo con los dioses, y las noches arderán en llamas. Llevarás las riendas de la vida hasta la risa perfecta. Es por lo único que vale la pena luchar.†

En fin: «está usted despedido, Sr. Chinaski.»

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    [Página oficial en español]
    [Charles Bukowski | Wikipedia]
    [Factotum | IMDb]
     

Salvajemente Amateur 2006 (y II)

Con el pregón tradicional de «Ya han bajaaaooooo los tomaaaaaaaatees» y el encendido de toda la ciudad de Granada a nuestro favor, se dio el trabucazo inclemente de inicio de Salvajemente Amateur 2006, edición la de éste año que ha superado en un mil por cien a la del año anterior.

Apropiada a nuestros propósitos fue sin duda la intervención, ayuda y consejo profesional y aportación temporal de patrimonio propio de Damián Ibanco, cuyo equipo atronador de voces hizo que se salvaran sin dificultad las penurias vocales que se sufrieron en la edición anterior. Sin su participación la cosa hubiera sonado bastante deficiente.

Y qué músicos, señores, este año. Cuatro baterí­as colosales, por orden de intervención: Celestino Picazo, Enrique Garcí­a $Dom$énech, Pepe Verdú y Jose Zurita que desarrollaron su habilidad y maestrí­a a partes iguales y abundantes.

Guitarristas hubo que imprimieron un feeling hardfunk de gran intensidad. Nuestros ya grandes amigos Pepe Parra y Jose Blesa, a los que esperamos el año que viene, por su bonhomí­a y por ser unos musicazos de primera categorí­a.

Y para qué hablar de nuestro Luismi Sánchez, ése hombre de tez pálida, capaz de atacar sin miedo lo que sea con su poderosa voz.

Merecido reconocimiento también ha de hacerse a cuatro músicos que reseñaré a continuación:

Carlos Pagola, que con el bajo demostró que es inútil hacerle equivocar o distraer: Él no se equivoca, este bass thing cohesionó de modo notabilí­simo a los músicos, aportando el cemento armado necesario para estas ocasiones, no habiendo tema o estilo que se le resistiera. Destacable su interpretación de “Hey Joe† que cantó (ele sus cojones) sentado en el santo suelo. Torero como pocos.

En segundo lugar, nuestro Cosmogonic Escrotolitum, que sin dejar atrás lo comentado por muza, hay que decir que desolló su theremin y la Les Paul de choque con gran amor y desapego por la vida, causando diversas ampollas y diversos dolemas al personal, que no tienen cura en este mundo burgués.

En tercer lugar, Angelina Olea, que se despachó una extraordinaria versión de “la vida que mala es† con una intensidad que para sí­ quisiera J. A. Garcí­a.

En cuarto lugar, el artista revelación del año. Sí­, señores: Maikel Curtich. En una palabra: s-e-n-s-a-c-i-o-n-a-l. Una gran afinación, un dominio absoluto del escenario y una gran elección de los temas, alternando en su voz una agresividad totémica con un funk sincopado y desbocado, digno de la mejor herencia de los 70. Grandes cosas nos esperan de este mamporrero del rock, crooner destrozón sin concesiones del siglo XXI, para la próxima Edición.

Mención especial debo hacer de Doña Demonia, (a.k.a. Mª Luz Terrés) a la que tuve el honor de acompañar a la guitarra, y que interpretó una versión estremecedora de Buffalo Tom, y también, de regalo, una estrofa del Romance del Conde Don Boixo ‘a pelo’ que silenció al personal en un micro segundo.

No debiera quedar en el olvido la sesión desenchufada que Carlos Pagola y Pepe Parra ofrecieron en la cocina de la casa y ante un público abundantemente femenino (por qué serí­a?) que aplaudió a rabiar sus interpretaciones.

Reconocimiento merecido a nuestro Amo de las Cazuelas, Coque Garcí­a Campos, que pegando la barriga al fuego con bravura torera, nos alimentó a todos como si de nuestro propio padre se tratase.

Concluyendo, un éxito enorme, enorme, nada pintiparado, que nos hace temer para el año que viene una afluencia masiva por el boca a boca que va a provocar.

Felicidades a todos. Gracias a vosotros pudo ser así­.