Nuevas y Peligrosas Actividades de Sefronia

SEFRONIA EN CONCIERTO: Viernes 16 de febrero en el Organ Jazz de Cenes de la Vega (Granada) a las 23h.

Habrá un violinista más peligroso que un mono con un puñal: Don Piotr Wegner; es justo y necesario
verle interaccionar con el mondo sefrónico en escena. Estrenarán un moog, y diversas flautas de Pan; el theregumil lo toca ya hasta Aitana Sánchez Gijón, por tanto lo dejan en casa.

Avisados quedan.

Pan | Knut Hamsun (1894)

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Knut Hamsun murió el 19 de febrero de 1952, en su Noruega natal a la edad de 93 años.
Pan es una de sus obras de juventud, esas que lo convirtieron en Premio Nobel, héroe nacional, aclamado y honrado, llevado a escena en cientos de ocasiones, codeándose con el famoso Ibsen.

La tragedia del teniente Glahn, protagonista de Pan, es la tragedia del propio autor. Un antihéroe que se adentra en los bosques para esconderse de todo, buscando la paz que no haya en si mismo.
Glanh vive su locura autodestructiva emulando al dios griego; reina sobre las brisas, goza del amanecer, se recrea en la naturaleza. Como miembro del cortejo de Dionisio, sigue a éste en sus rutinas, persiguiendo ninfas.
Glanh quiere estar alegre, transformar su ira, convirtiéndose en el hombre ideal de Nietzsche, que rí­e y que se fusiona con el instinto más profundo de la vida. Pero… el teniente es orgulloso, y no se conforma; no encaja bien los contratiempos, lo que lo enfrenta al pesimismo, donde la finalidad de la vida no es la dicha, sino el dolor y la muerte. Pero… Glanh tampoco encarna el tipo ascético de Schopenhauer que renuncia a la vida. Quiere vivir, pero no encuentra cómo. No puede soportarlo.

VIII

Transcurrieron unos cuantos dí­as, mis únicos amigos eran el bosque y la gran soledad, Dios mí­o, jamás me habí­a sentido tan solo como el primero de aquellos dí­as. La primavera habí­a alcanzado ya su plenitud, encontré estrellas en el bosque y milenramas. Además, habí­a llegado el pinzón y la perdiz blanca, yo conocí­a todos los pájaros. A veces me sacaba dos monedas del bolsillo y las hací­a sonar con el fin de atajar la soledad. Pensé:

¿Y si llegaran ahora Diderik e Iselin?

Comenzó a no haber noche, el sol apenas sumergí­a su disco en el mar para volver a emerger, rojo y renovado, como si se hubiera sumergido a beber. Por la noches se me ocurrí­an las cosas más extrañas; ningún ser humano podrí­a creerlas. ¿Pan estaba sentado en un árbol observando mi comportamiento? ¿Tení­a el estómago abierto, y estaba tan encogido que bebí­a de su propio estómago? Hací­a todo eso sólo para espiarme, y el árbol entero temblaba con su risa callada cuando veí­a que mis pensamientos se desbordaban. El bosque entero estaba ajetreado: animales que husmeaban, pájaros que se llamaban los unos a los otros y cuyos reclamos llenaban el aire. Era el año del vuelo del abejorro, sus zumbidos se mezclaban con los de las mariposas nocturnas, parecí­an susurros, susurros que recorrí­an el bosque. ¡Cuántas cosas podí­an escucharse! No dormí­ en tres noches pensando en Diderik e Iselin.

Hamsun murió pobre, solo, tildado de loco, encarnando la figura del traidor, el colaboracionista. Fascinado por el nacionalsocialismo se convirtió en un adicto al III Reich, apoyando en 1940 la entrada de las tropas alemanas en Noruega, entregando al mismí­simo Goebbels la medalla del Nobel que habí­a recibido en 1920.

Max Von Sydow, que protagonizó en 1996 una pelí­cula biográfica sobre la vida del autor, cree que la atracción ejercida por la Alemania Nazi sobre Hamsun estaba fundada en un odio ancestral hacia el imperio británico:

Inglaterra era muy imperialista y eso a Hansum no le gustaba. Habí­a sido testigo de lo ocurrido con las colonias británicas a finales del siglo XIX. Además, sentí­a que Inglaterra amenazaba a Noruega como potencia naval.

Hitler fue nombrado canciller el 30 de enero de 1933 con el apoyo de 11,7 millones de votos. El 23 de marzo del mismo año, el poder legislativo del Reichstag fue transferido, otorgando al partido nazi el control del estado alemán, certificando así­, el fin de la República de Weimar.

Enlaces relacionados »

    [Biografí­a]
    [Discurso al recibir premio Nobel]
     

Dark Magus part II | Live at Plugged Nickel (1965)

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Y que conste que no pensaba «sacar a la palestra» a Miles Davis como protagonista. No es que no me guste (él me metió en el jazz) o no lo tenga en consideración (reverencias), es que los fenómenos de masas me repelen de forma natural, así­ sin más. Prácticamente cualquiera te lo cita al hablar de jazz (sin saber), incluso los más sagaces conocen alguno de sus LP por las portadas o los nombres («ése hizo el kain of blu, no?»): todo el mundo sabe (ha oí­do, supone) que era muy bueno. Y sí­, lo era. No voy a ser yo quien diga lo contrario, mis más de 30 CD suyos podrí­an abrirme la yugular… así­ que me propongo hacer un recorrido por su obra en varias entregas, como vayan viniendo, improvisando, apareciendo en primer lugar la época del segundo quinteto (enero’65-junio’68), con Wayne Shorter (saxo), Herbie Hancock (piano), Ron Carter (bajo) y Tony Williams (baterí­a), éste con sólo 19 añitos- apodado «the kid» (véase foto).

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Uno de los mejores quintetos de la historia, que le dieron una vuelta de tuerca al jazz en apenas tres años, 6 LP de estudio y varios discos en directo (incontinencia creativa?). No entraré en detalle del trabajo de estudio, sólo nombraré las criaturas: E.S.P., Miles Smiles, Sorcerer, Nefertiti, Miles in the sky y Filles the Klimanjaro (3 de los 5 temas; el resto en la 3ª parte de Dark Magus…), abrumadora secuencia de obras maestras.

Pero me quedo con el material en directo, obviamente, y con éste datado en diciembre de 1965,en Chicago, en sólo dos noches (22 y 23), recogido cuidadosa y exhaustiva (exagerada?)mente en una caja de 8 CD, a lo bestia, como debe ser. De similar factura también resaltarí­a el concierto de 1964, editado en los LP My funny Valentine y Four & More; aunque el quinteto varí­a ligeramente (George Coleman en lugar de Wayne Shorter), la dinámica y la calidad están casi a la altura de éste, y eso que considero a Shorter uno de los mejores del saxo…

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En las noches del «Plugged Nickel» todo parecí­a propicio para el jazz, el grupo está entonado en todo momento, el público apenas interrumpe (algún ruido de copas sí­ hay, para qué nos vamos a engañar, je je), y los temas, da igual cuál, se suceden, a media de 12-14 minutos, en una continua corriente de solos espectaculares, intimistas, inspirados y perfectamente engranados. No eran 5 solistas en un grupo, sino un grupo de solistas (fundamental). Uno puede dedicar una escucha exclusivamente a la sección rí­tmica (anonadado), otra a los duetos trompeta-saxo (un solo detrás de otro) y siempre se descubre algo nuevo, notas que no existí­an…

Y como harí­a un presentador, yo me retiro dejando paso a los artistas; tan sólo dos consejos: pulsar el «play» y dejarse llevar, el viaje es impredecible, irrepetible e irresistible. Incompatibilidad: falta de tiempo. Recomendaciones (obvias) de posologí­a: no oí­r de un tirón (433 minutillos); espaciar las tomas, a ser posible tras las comidas, y tumbad@.

PD: quien quiera ahondar en este quinteto, muy recomendable otra cajita, The Complete Columbia Studio Sessions 1965-68 (6 CD); su nombre lo dice todo, sin comentarios.

PD 2: como se suele decir, «beg, borrow or steal» (… o «bájese», añado).