El Dinosaurio

La Historia de la Humanidad se ha podido ir contando a base de cuentos. Cuentos para todas las edades, para todas las épocas, para todas las culturas. El relato se ha ido transformando dí­a a dí­a, según lo que a uno le ha tocado vivir. Porque contar un cuento es como reinventar la realidad, enriquecerla o empobrecerla a tu antojo, como un ojo que vulnera la amenaza del cielo, pasando por el tamiz de la experiencia y la imaginación, cada trozo de vida que se te acerca.

Augusto Monterroso tiene el dudoso honor de haber escrito el cuento más corto del mundo. A este autor guatemalteco, afincado en México, le fue concedido el premio Prí­ncipe de Asturias de las letras hace un tiempo. Predominan en él la fábula y una profusa fantasí­a literaria que le permite plasmar con ironí­a la amargura de ciertas existencias. Aquí­ os dejo el cuento más corto del mundo:

    EL DINOSAURIO.

    Cuando despertó, el dinosaurio todaví­a estaba allí­.»

Todaví­a estaba allí­… donde quizá siempre estuvo, convirtiendo la imagen de un sueño en un reptil con peso y gravedad que mira con ojos de hambrienta insatisfacción. Quizá estaba allí­ el soñador que nunca quiso despertar. Quizá un sueño dentro de otro sueño. Quizá yo fui el Dinosaurio que no te dejaba dormir con su aliento cercano a tu cuello, limando sus pezuñas en las sábanas, esperando un descuido de tus párpados para saltar… para arañarte la espalda con cariño. Quizá haya más dinosaurios que esperan su oportunidad detrás de la puerta del armario o debajo de la cama. Su oportunidad de revivir su instinto de extinción. Por todos los dinosaurios…

Siempre vuestro, Dr. J.

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    [El Dinosaurio en la voz de Augusto Monterroso (RealPlayer)]
    [Augusto Monterroso]
     

In Cold Blood: A True Account of a Multiple Murder and Its Consequences | Truman Capote (1966)

col blood film

Según la ortodoxia periodí­stica cualquier información de carácter noticioso debe responder a las llamadas cinco ‘W’: dónde, cuándo, cómo, quién y por qué (where, when, how, who y why). Así­ los receptores de dicha noticia se enteran, de la manera más clara y completa, de lo que está sucediendo.

El 16 de noviembre de 1959 los cuatro miembros de una misma familia, los Clutter, aparecen asesinados en su casa, una granja agrí­cola de Holcomb, Kansas.

Posiblemente un titular parecido a este fue el responsable de que un buen dí­a Truman Capote se presentase en un pequeño pueblo de Kansas haciéndose acompañar por su amiga Harper Lee para recoger, en principio, una ingente cantidad de entrevistas y datos del suceso. Juntos comenzaron una profunda investigación que durarí­a cinco años y que terminó publicándose por entregas en la revista New Yorker, con el tí­tulo:
«A Sangre frí­a: Relato verdadero de un asesinato múltiple y de sus consecuencias». Convertido en novela, salió a la calle un año después. Una novela de NO FICCIÓN. La madre del cordero del Nuevo Periodismo.

capote

    «[…] querí­a realizar una novela periodí­stica, algo a gran escala que tuviera la credibilidad de los hechos, la inmediatez del cine, la hondura y libertad de la prosa, y la precisión de la poesí­a.»
    «[…] Fue porque querí­a escribir lo que yo denominaba una novela real, un libro que se leyera exactamente igual que una novela, sólo que cada palabra de él fuera rigurosamente cierta.»

Y lo consiguió. Vaya si lo hizo; aunque durante el proceso, atravesó fases de profunda desesperanza. Capote llegó a conocer intensamente a los protagonistas; su vida í­ntima, sus sueños, sus miserias. Es difí­cil implicarse en una auténtica tragedia humana y permanecer impasible. Quizá por eso «A Sangre Frí­a» plantea tantas preguntas sobre el tipo de sociedad que produce casos como estos. A sangre frí­a es ante todo un relato sobre el desprecio por la vida humana. Un documental sobre la casualidad y el caos.

    Escribir el libro no me resultó tan difí­cil como tener que vivir con él»

cold blood libroLo que desde entonces se denominó Nuevo Periodismo, no es más que una evolución narrativa que combina hábilmente la técnica directa, seca y distante del periodismo de tradición anglosajona, su instinto documental, con la figura del narrador omnipresente de la novela decimonónica. No sólo se trata de plasmar los hechos desnudos, sino también la manera cómo suceden. Hay que trazar el perfil psicológico, fisonómico y biográfico del personaje. Como señala Albert Chillón en Literatura y periodismo. Una tradición de relaciones promiscuas: el estilo indirecto libre, hace posible «conjugar sin estridencias la narración externa de las acciones con la exposición escénica de los pensamientos, sensaciones y sentimientos». En 1969, como apunta Wolfe, «prácticamente no existí­a nadie en el mundo literario que se permitiese desechar llanamente al nuevo periodismo como un género literario inferior».

La parte técnica de la novela ha dado para mucho, pero ¿qué hay del fondo? ¿Qué pasa con los hechos que se nos narran, con las personas de carne y hueso? No son fantasí­as. Eso… ocurrió de verdad. Matar a sangre frí­a consiste en asesinar con serenidad y tranquilidad de ánimo; sin conmoverse fácilmente.

¿Qué clase de sociedad es aquella que genera ciudadanos que matan a sangre frí­a? Como dijo Capote:

    No murieron cuatro personas en aquel crimen; fueron seis»

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    [A sangre frí­a | Wikipedia]
    [Truman Capote | Wikipedia]
    [Tom Wolfe]
    [Trivia for In Cold Blood | IMDb]
     

To Kill a Mockingbird (1960) | Harper Lee

libro No es la primera vez que la mano de una escritora es responsable de un alegato contra el racismo, la opresión y la injusticia. Ya en 1852 Harriet Beecher Stowe publica «La Cabaña del Tí­o Tom» que supondrá un importante apoyo para el abolicionismo. De hecho, el feminismo norteamericano y la lucha de la raza negra por sus derechos han estado vinculados desde el origen. Simone de Beauvoir arroja luz sobre este tema:

[*]«Unas y otros se emancipan de un mismo paternalismo y casta que los oprime, que quiere mantenerlos ‘en su lugar’, es decir, en el lugar elegido para ellos; en ambos casos prodigan infinitas alabanzas más o menos sinceras sobre las virtudes del ‘buen negro’ de alma inconsciente, infantil, risueña, del negro resignado, y de la ‘mujer mujer’, es decir, frí­vola, pueril, irresponsable, la mujer sometida al hombre. Es bien conocida la frase de Bernard Shaw: «El norteamericano blanco -viene a decir- relega al negro al rango de limpiabotas:pelicula de ello deduce que sólo sirve para limpiar zapatos». Cuando se mantiene a un individuo o un grupo de individuos en situación de inferioridad, el hecho es que es inferior, pero tendrí­amos que ponernos de acuerdo sobre el alcance de la palabra ser; la mala fe consiste en darle un valor sustancial, cuando tiene un sentido dinámico hegeliano: ser es llegar a ser, es haber sido hecho tal y como le vemos manifestarse; si, las mujeres en su conjunto son inferiores a los hombres, es decir, su situación les abre menos posibilidades: el problema es saber si este estado de cosas debe perpetuarse.»

Ante una obra como «Matar a un Ruiseñor» debemos pararnos a reflexionar sobre los conceptos de libertad e igualdad. Harper Lee nos propone un descenso a los infiernos de la opresión y el abuso en una pequeña población del sur de los EE.UU., narrando el dí­a a dí­a de tres colectivos que se superponen: Los negros, las mujeres, los pobres.

niñosEl camino lo realizamos de la mano de una niña, Scout, que no es una niña corriente. Huérfana de madre, nadie le ha impuesto una educación represiva por su sexo. Su familia la componen Atticus, su padre; Jem, un hermano algo mayor que ella y una criada negra, Calpurnia. Sabe leer desde muy pequeña, se viste con pantalones cuando quiere, juega en la calle; su hermano y el amigo de ambos, Dim, la tratan como a un igual. No teme a las peleas ni al hecho de plantearse preguntas. Scout es el proyecto de una futura mujer emancipada, libre del corsé de la condición femenina. De nuevo Beauvoir acota el concepto de libertad desde el punto de vista existencialista:

[*]«Todo sujeto se afirma concretamente a través de los proyectos como una trascendencia, sólo hace culminar su libertad cuando la supera constantemente hacia otras libertades; no hay más justificación de la existencia presente que su expansión hacia un futuro indeterminadamente abierto.»

El otro gran personaje de la novela es Atticus, abogado, padre; paladí­n de la bondad, la justicia y el sentido común.

«You never really understand a person until you consider things from his point of view. Until you climb into his skin and walk around it»
«They are entitled to full respect for their opinions but before I can live with other folks I’ve got to live with myself. The one thing that doesn’t abide by majority rule is a person’s conscience»

Lo que se nos presenta como una sociedad ideal, con su iglesia, su escuela, sus casitas y sus azaleas, oculta un mundo lleno de miedo, discriminación e hipocresí­a.

[*]«Uno de los beneficios que la opresión ofrece a los opresores es que el más humilde de ellos se siente superior: un ‘pobre blanco’ del sur de los EEUU tiene el consuelo de decirse que no es un ‘sucio negro’; los blancos más afortunados explotan hábilmente este orgullo. De la misma forma, el más mediocre de los varones se considera frente a las mujeres un semidiós. Para todos los que sufren complejo de inferioridad se trata de un bálsamo milagroso. Los que no se sienten intimidados por sus semejantes están más predispuestos a reconocerlos como iguales.»

[*] El Segundo Sexo (1949) de Simone de Beauvoir

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    [Sobre Harriet Beecher Stowe]
    [Sobre Harper Lee]
    [Sobre Beauvoir]
    [To Kill a Mockingbird film]
     

Dinos cómo Sobrevivir a Nuestra Locura

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Dinos cómo sobrevivir a nuestra locura, como el verso de aquel antiguo poema, le reclama el hombre gordo a su madre una respuesta. Su madre permanece callada al otro lado del teléfono. Esta noche el hombre gordo casi ha caí­do al estanque de los osos, y se ha desprendido del peso de su hijo retrasado y rollizo con el que se comunica a través de sus manos gruesas. La locura se hereda, y puede ser el destino anunciado de un hombre. El hombre gordo quiere sobrevivir al peso de la muerte de su padre recluido voluntariamente en un sótano, quiere sobrevivir a la locura de su hijo deficiente, quiere escapar de su futuro y de su pasado, quiere liberarse de su locura… de nuestra locura. El hombre gordo quiere volver a comer tallarines en salsa de carne y pepsi-cola con su hijo mori, al mismo tiempo que quiere librarse del peso de su responsabilidad de cuidar con todo el amor y la locura a su hijo de inteligencia vegetal.

Dinos cómo sobrevivir a nuestra locura, sin héroes, sin dí­as felices, sin gestos divinizados, sin mentiras sociales. Dinos cómo sobrevivir a nuestra vida de contempladores de ocasos rojos, de bonsáis disecados, de desiertos enfrentados. Qué alguien nos diga cómo sobrevivir a nuestra locura de deseos insatisfechos, perversos e infames.

El hombre gordo sólo se libera de su culpa al conocer la verdad de la muerte de su padre mediante una carta de su madre donde no le oculta su odio y su desprecio. Una vez liberado el hombre gordo no volverá a comer tallarines con carne y pepsi-cola, ni a comunicarse con su hijo a través de sus manos húmedas y rechonchas. El hombre gordo pierde peso y no volverá a reconocerse en el espejo mientras sigue intentando sobrevivir a nuestra locura.

Este relato de Kenzaburo Oé (Japón 1935), premio Nobel de 1994, nos introduce a un Japón contemporáneo con historias que reflejan la violenta y tierna realidad, sin remilgos, y con la capacidad de hacer de temas reales dramas mí­ticos. Un mundo asiático moderno y sugerente narrado por alguien que alcanza el nivel de Faulkner o Dostoievski.

Durante el invierno de 196…, un hombre anormalmente gordo estuvo a punto de caerse al estanque de agua sucia donde se bañaban los osos blancos. Aquello fue para él una experiencia tan dura, que casi se volvió loco.»

«Dinos cómo sobrevivir a esta locura» (1969) de Kenzaburo Oé

Siempre vuestro, Dr. J.

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    [Kenzaburō Ōe | Wikipedia]
    [Mientras Agonizo | bruto]