Escrito por 40D
Censura Imperial
Hace ya más de 15 días saltó la noticia de que Israel había lanzado los primeros ataques en territorio libanés, tras el secuestro de dos soldados israelíes en una zona fronteriza controlada por el grupo terrorista Hezbolá. Las hostilidades se han ido sucediendo y las cifras de civiles muertos comienzan a alarmar. Ya son más de 400 libaneses y más de 50 israelíes los que han perdido la vida.
Por el momento, EE.UU. ha demostrado una vez más su fidelidad a Israel. Se necesitan mutuamente para mantener un statu quo en la zona y esa necesidad lleva a situaciones tan frívolas y paradójicas como que las mismas Naciones Unidas, trás la muerte de 4 de sus observadores, no lleguen a un acuerdo para condenar el ataque recibido. Evidentemente la censura vino por parte del Todopoderoso Imperio, aplicando su derecho a veto. Y esto deja una vez más en evidencia a la ONU, a sus procedimientos y a su repartición de poder a la hora de tomar decisiones.
Así las cosas, parece que incluso tras el asesinato de éstos 4 observadores de la ONU, alcanzados por un misil de PRECISIÓN, no es políticamente correcto decir que Israel practica algo muy parecido al terrorismo de Estado.
Ya previamente a estos hechos, cuando José Blanco dijo lo que muchos piensan, más o menos que Israel hace unos ataques selectivos un tanto extraños, la censura diplomática obligó a matizar dichas declaraciones. Horas después de las 4 muertes del personal de la ONU, el mismo Secretario General de Naciones Unidas calificó el ataque como premeditado. Pero la resolución final firmada por 15 estados no dice nada parecido, ya que el Imperio manda sobre todas las cosas. Lo que la resolución de la ONU incluye es la expresión políticamente correcta: «profundamente afectados» por lo sucedido… sólo faltaba!
Y al final de todos estos hechos; desde el secuestro condenable por parte de Hezbolá; pasando por los enfrentamientos entre ambas partas y la muerte de civiles de ambos bandos; hasta el extraño ataque a los miembros de la ONU, el que sale reforzado es el hijo predilecto del Gran Imperio, que tras la resolución de la ONU en Roma puede decir cosas como estas: «Recibimos ayer en la conferencia de Roma la autorización de facto del mundo para continuar la operación, es decir, esta guerra, hasta erradicar la presencia de Hezbolá de Líbano y [lograr] su desarme» Haim Ramon ministro israelí de Justicia.
Nadie sabe como va a acabar esto, pero tiene mala cara el enfermo. La zona, que siempre ha sido frágil, ahora está demasiado sensible y en cualquier momento la intervención de un Estado como tal, apoyando a los chiíes de Hezbolá, puede acabar por romper la poca estabilidad restante. A lo mejor es lo que se pretende y nosotros inocentemente pensamos que la paz es posible. Pero Siria o Irán son países «atractivos» para ser atacados y que podrían saltar a la escena, lo que junto a la situación indescriptible de Iraq daría lugar a un enfrentamiento que reventaría la zona por completo.
Esperemos a ver que decide el Imperio, que defiende las libertades, y si los países que oficialmente si practican terrorismo (Irán, sobre todo) deciden mover ficha. Mientras tanto las instituciones y políticos, muy correctos ellos, seguirán sometidos a la censura impuesta pase lo que pase y se ataque selectivamente o indiscriminadamente.
Por 40D.
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