Hace 150 años Charles Baudelaire lograba publicar, en el París de Napoleón III, «Las Flores del Mal». Las autoridades competentes, representantes de la burguesía, el ejército y la iglesia católica, denunciaron la obra y consiguieron censurar 6 poemas, culpables de atentar, gravemente, contra la moral pública. Esta masa social dominante, amalgamada para hacer frente a las revoluciones del 48, ejercieron su poder modelando un mundo a su conveniencia, tras la prematura muerte de la II República francesa; Nos encontramos pues, a un Baudelaire de 36 años, inmerso en un mundo decadente y mezquino. 1857 fue también el año en el Flaubert publicó su «Madame Bovary», enfrentándose a los mismos cargos, a la misma hipocresía. En este contexto histórico debemos sumergirnos para realizar la lectura de este poemario.
«Todos los imbéciles de la burguesía que pronuncian las palabras inmoralidad, moralidad en el arte y demás tonterías me recuerdan a Louise Villedieu, una puta de a cinco francos, que una vez me acompañó al Louvre donde ella nunca había estado y empezó a sonrojarse y a taparse la cara. Tirándome a cada momento de la manga, me preguntaba ante las estatuas y cuadros inmortales cómo podían exhibirse públicamente semejantes indecencias.»
C. Baudelaire
La editorial Nórdica Libros ha realizado una selección de 58 poemas, que se presentan traducidos al castellano y en francés original, acompañados de las ilustraciones del artista belga Louis Joobs, para conmemorar la obra de Baudelaire en su 150 aniversario. La edición Van Bever ( Ed. Crès et Cie 1930), ha sido el punto de partida.
índice
- Spleen e Ideal …………… 36 poemas
- Cuadros Parisinos ………. 5
- Flores del Mal ……………. 3
- La Muerte …………………. 2
- Los Desechos ……………. 2, de los 6 poemas censurados en 1857
- Nuevas Flores del Mal ….. 4
La lectura, pausada, nos conecta con un estado de ánimo, donde la armonía siempre aparece de la mano del caos; donde la belleza y la fealdad son una misma cosa; el placer se entiende como una maniobra de escapismo ante la realidad, insoportable. Me han gustado especialmente los poemas que tienen que ver con la naturaleza, aquellos sobre el mar y los bosques, que parecen dejarse llevar por una especie de culto pagano. Es en estos versos, donde encuentro al autor más liberado de ese constante sentimiento de culpa que atenaza el resto de su obra, tan influenciado por Poe, cuando la temática deriva hacia la muerte o los amores perdidos. Apreció una cierta fascinación por los viajes (Baudelaire realizó uno, que lo llevó durante 18 meses, entre 1841 y 1842, hasta los Mares del Sur), por lo exótico, por otros mundos que corren paralelos al nuestro y que solo descubriremos haciendo un esfuerzo personal de abstracción.
He recurrido a la lectura de algunos poemas de estética taoísta para comprender mejor el poema Elevación, mi favorito, y que recojo a continuación:
El propósito de las palabras
es trasmitir ideas.
Cuando las ideas se han comprendido
las palabras se olvidan.
¿Dónde puedo encontrar un hombre
que haya olvidado las palabras?
Con ése hombre me gustaría hablar.
Chuang-tzu
Desde hace poco conozco una profunda quietud.
Mi espíritu no se inquieta por nada en el mundo.
La brisa que viene del bosque levanta mi bufanda
La luna de la montaña brilla sobre mi arpa.
¿Me preguntáis la razón del éxito o del fracaso?
La canción del pescador se hunde en el río.
Wang-Wei
Elevación
Por encima de los estanques, por encima de los valles,
de las montañas, de los bosques, de las nubes, de los mares,
más allá del sol, más allá del éter,
más allá de los confines de las esferas estrelladas,
espíritu mío, te mueves con agilidad,
y, cual buen nadador que se emociona con las olas,
surcas alegremente la inmensidad profunda
con inefable y masculina voluptuosidad.
Echa a volar muy lejos de estos miasmas mórbidos;
ve a purificarte en el aire superior,
y bebe, como un puro y divino licor,
el claro fuego que llena los espacios límpidos.
Detrás de los tedios y las vastas penas
que con su peso entorpecen la brumosa existencia,
afortunado aquel que puede con un ala vigorosa
alzarse hacia los campos luminosos y apacibles;
él, cuyos pensamientos, como las alondras,
hacia los cielos alzan por la mañana un libre vuelo,
¡quien se eleva sobre la vida y entiende sin esfuerzo
el lenguaje de las flores y de las cosas mudas!
Élévation
Au-dessus des étangs, au-dessus des vallées,
Des montagnes, des bois, des nuages, des mers,
Par delí le soleil, par delí les éthers,
Par delí les confins des sphères étoilées,
Mon esprit, tu te meus avec agilité,
Et, comme un bon nageur qui se pâme dans l´onde,
Tu sillonnes gaiement l´immensité profonde
Avec une indicible et mâle volupté.
Envole-toi bien loin des ces miasmes morbides,
Va te purifier dans l´air supérieur,
Et bois, comme une pure et divine liqueur,
Le feu clair qui remplit les espaces limpides.
Derrière les ennuis et les vastes chagrins
Qui chargent de leur poids l´existence brumeuse,
Heureux celiu qui peut d´une aile vigoureuse
S´élancer vers les champs lumineux et sereins;
Celui dont les pensers, comme des alouettes,
Vers les cieux le matin prennent un libre essor,
-Quin plane sur la vie et comprend sans effort
Le langage des fleurs et des choses muettes!
Mensab… je t’embrasse très très fort.
Imagen original Retrato de Baudelaire por Gustave Courbet 1848