
Escuchaba el otro día (21 de Febrero) en el programa de radio La Rosa de los Vientos de Onda Cero, una noticia sobre un estudio que llevan a cabo investigadores de la universidad de Princeton desde hace 35 años.
El estudio se basa en unas máquinas llamadas Generadores Numéricos Aleatorios (GNA) que están repartidas en 65 países diferentes. Estas máquinas emiten de forma aleatoria combinaciones de unos y ceros -200 números cada segundo- dando como resultado una sucesión de números que gráficamente se traduce en una linea más o menos plana ya que, por causas probabilísticas, emiten aproximadamente la misma cantidad de unos que de ceros.
A lo largo de estos 35 años, en momentos concretos, las máquinas parecen volverse locas y los gráficos se transforman; la linea plana pasa a ser una curva debido al aumento extraordinario en la cantidad de alguno de los números emitidos por los GNA, del uno o del cero. Curiosamente, esas curvas coinciden con grandes acontecimientos en el mundo: fiestas como el 31 de diciembre, el entierro de Diana de Gales o el hundimiento del submarino ruso Kurks. Lo impactante viene cuando no es ya que coincidan con esos momentos, sino que los cambios empiezan a producirse horas o días antes de sucesos muy significativos: 4 horas antes del atentado de las Torres Gemelas en Nueva York o 24 horas antes del maremoto del sudeste asiático. Algo así como una predicción.
Los investigadores de Princeton achacan este fenómeno a una ‘conciencia global’ que modifica ese resultado aleatorio. Y a mi se me ponen los pelos como escarpias.
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- [+ y mejor explicado]
[El Proyecto de la Consciencia Global (The Global Consciousness Project) | Princeton University]
[Juan Antonio Cebrián]