Escrito Originalmente por Guardián del Vergel
México lindo, altiplano central «norte», Real de 14, ciudad fantasma fundada a mediados del S. XVIII, ahora resucitada por ricos mexicanos y norteamericanos que han encontrado entre sus muros paz y sosiego con los que consolar el alma podrida, eso, o el milagroso San Francisco de Asís, patrono de Real, donde los huicholes, recorren kilómetros y kilómetros para entregar sus ofrendas en Cerro Quemado, en una ceremonia místico-religiosa, donde se ofrece el mágico peyote, para iluminar el camino y la conciencia y encontrar de una vez como decía Castaneda el «camino del corazón».
El número 14 identifica a los catorce soldados españoles que fueron asesinados por los indígenas de la resistencia hacia el año 1700. Esta población alcanzó su punto más álgido a finales del S. XIX cuando la explotación de las minas de plata concentró a más de 40.000 almas. Ahora no llegan a 1500. Tan solo hicieron falta 30 años y el hundimiento del precio del metal, para convertirse en lo que ahora es.
Hablemos de terminar… terminar aquí en Real, terminar aquí porque uno termina por sentir aversión por todo aquello que más quiere. Precisamente por ser lo que más quiere. Cavilo yo que una pareja no es real hasta no haber cruzado, aunque solo sea por un instante, el umbral del odio mutuo. En mi caso no hay tal odio, pero sí un sucedáneo complicado que yo mismo no acabo de entender.
Cuando te amo simultáneamente te odio «ambivalencia freudiana»: decir te amo es como decir yo miento. Te amo porque eres divina, si no fueses divina no te amaría, nadie ama a un monstruo, pero ninguna persona es divina. Al amarte te lo perdono todo y no te perdono nada. Te amo porque eres divina, te odio por no serlo. Esto es para que lo entiendas como el termostato de un calentador de agua: si está desconectado se conecta; y si está conectado se desconecta.
Todos mis actos son profundos, todos mis actos son aparentemente contrarios a la lógica te amo no te amo. De pronto representas en imágenes tu perfil finito; surge el disgusto causado por alguien que no responde a lo que se esperaba. Después vuelves a iluminarte con la incandescencia del deseo; dejas de ser finita. Polos complementarios, conciliación de los opuestos, coexistir en el ánimo de los sentimientos… dialéctica de la finitud, quiero terminar esta pequeña huida aquí en Real de 14, quiero encontrar el camino del corazón, corazón perdido, corazón desolado, corazón descuidado.
Hay que cuidar al que cuida, no encuentro otros motivos.
Aunque como bien dices, las contradicciones de lo finito se superan cuando se alcanza la temperatura de fusión.
A L.
Querido Guardián, creo conocerte, creo entenderte, creo que el mundo puede romperse con una sola palabra (esta noche), creo que el mundo puede surgir de un sólo pensamiento. Sentir no es pensar, pensar es sentir. La ambivalencia es un demonio que se vence con la puta constancia. la perseverancia o el cáncer del deseo. Amar no es volar. Amar es hundirse en el barro, no es subir, sino bajar. Amar es humillación. A veces el premio está escondido. Lo cotidiano es a veces un futuro confortable para Sísifo, pero atravesar las puertas te abre en canal. Real tiene una llava poderosa. La llave tiene un nombre sagrado para cada iniciado, personal… unipersonal. Implosión, de dentro a fuera. Amar desde el centro hasta los extremos.Pero, el amor a veces no es tan fuerte. Gracias por la reflexión y la luz y la valentía y el jodido amor y toda esa mierda. Gracias.