Ségolène vs Sarkozy

Asamblea Nacional

El próximo domingo los franceses acudirán a las urnas para elegir a su Jefe de Estado. Ese será el momento de la verdad y las dudas quedarán despejadas a cerca de quién será el Presidente de la V República.
Ayer por la noche se produjo “le débat† entre los dos candidatos. Dos horas y media de cara a cara en la que ambos tuvieron un tiempo de palabra efectivo de más de una hora.
Resultó emocionante, lleno de réplicas, moderado por dos periodistas que entregaron todo el protagonismo a los oponentes.
En mi opinión, Madame Royal (Dakar, Senegal 1953), se comió literalmente a Sarkozy, (Parí­s, Francia 1955) apabullando con su dialéctica, mostrándose fuerte y con una capacidad de trabajo asombrosa.
Uno de los momentos más tensos del debate tuvo lugar cuando la señora Royal tildó de “poco serio† a su oponente por prometer la escolarización de todos los niños discapacitados en el sistema general educativo a través de los tribunales de justicia. Sarkozy aprovechó la ocasión para desacreditar a su oponente, acusándola de perder los estribos, mientras que la candidata socialista le recriminaba su fama de demagogo. “Tout n´est pas possible†, le repetí­a Ségolène, aludiendo a la falta de coherencia del discurso de Sarkozy, prometiendo cosas que luego su propio gobierno ha echado abajo.
Uno de los puntos más interesantes del debate fue el problema del paro, las 35 horas semanales, la pérdida de nivel adquisitivo y la problemática que arrastra Francia con su sistema de protección social.
Sarkozy se mostró inflexible, arengando a los franceses a trabajar más para percibir más dinero cada mes, como única solución para los problemas del paí­s, mientras Ségolène poní­a el énfasis en la libertad de los ciudadanos para decidir sobre su vida laboral, exigiendo salarios dignos con un sueldo base de 940 euros, focalizando el problema europeo en la deslocalización masiva que las multinacionales han propuesto como milagro económico. Si las fábricas se trasladan, ¿qué va a producir Europa?, ¿cuál será el coste final de esta carrera por la búsqueda de mano de obra mal pagada y poco protegida?
Parece ser que el mundo occidental, con las multinacionales a la cabeza, pueden exportar la democracia y el mercado libre autoregulable, desligándose de los derechos laborales y sociales que toda democracia asume como garantí­a de la paz social y el desarrollo de los derechos de los trabajadores. Subcontratando en paí­ses en ví­as de desarrollo, se mantienen competitivos, cierran más fábricas, crecen los beneficios y por ende, los sueldos de sus altos cargos. Esta nueva estrategia ha permitido la independización de facto del empresario. La empresa se ha convertido en un cliente en busca del mejor precio. Las fábricas ya no les pertenecen, desligandose de cualquier obligación con los trabajadores, despreocupándose de todo el proceso productivo y de quienes lo desarrollan.
En cuanto a la Unión Europea y Turquí­a los puntos de vista de ambos candidatos fueron radicalmente distintos. Según Sarkozy, bajo su mandato se cerrarí­a la puerta definitivamente a la posible entrada de los turcos, estimando imposible la inclusión de un paí­s de Asia menor y musulmán a una Europa que termina en los montes Urales. La candidata socialista se mostró más dialogante, estimulando a las fuerzas laicas turcas con la negociación y posibilitando bajo su mandato un nuevo referéndum sobre la Constitución Europea, desbloqueando la ampliación, a lo que Sarkozy respondió que los franceses habí­an votado no y serí­a no hasta que se redactase una nueva constitución que frenase la ampliación hacia el este.
Una vez más Ségolenè apostó por la reforma de las instituciones francesas, por la creación de la VI República, modernizando la votación de leyes que en la actualidad sufre de inoperancia, mientras su oponente preferí­a un estado continuista, poniendo todo el peso en el trabajo de los ciudadanos como única ví­a. El discurso de Nicolás Sarkozy resultaba victimista, como si los problemas de Francia se debiesen exclusivamente a los vagos y maleantes que traen a sus familias a chupar del bote del estado. Según Sarko la culpa de todo la tienen los trabajadores por no trabajar más y los padres por ser poco exigentes con sus hijos, apostando por la cultura del esfuerzo, el mérito, el respeto, la autoridad, sin plantear que en nuestras maravillosas sociedades democráticas la igualdad de oportunidades no existe y que casi todo depende de dónde hayas nacido, dónde puedes estudiar y quién te puede enchufar.
Por último me gustarí­a reseñar el tono condescendiente y en ocasiones paternalista que utilizó monsieur Nicolas con Ségolène, dejando caer en algún momento que la presidencia francesa era algo que le vení­a grande a la candidata. Ya veremos. Saldremos de dudas el domingo.
Allons enfants de la Patrie Le jour de gloire est arrivé !

Enlaces relacionados »

    [Biografí­a de Nicolas Sarkozy ]
    [Biografí­a de Ségolène Royal]
     

17 Comments

  1. Y tras dos horas y media de debate, con un seguimiento del mismo de aproximadamente 25 millones de criaturicas, las encuestas…………….
    el más convincente y claro ganador con un 53% el amigo Zarkozy, frente al 31 % de la candidata Royal.(la encuesta la realizó..Opinionway)+-
    La prensa: Liberatión (prensa de izquierdas) «Zarkozy no ha perdido, pero royal ha ganado»…me lo expliquen!!!
    Le figaro (conservador) La templanza de Zarkozy le otorga una clara ventaja sobre la arriesgada postura agresiva de Royal.
    Ahhh otra cosilla, declaraciones de Françoise Bayrou…recordemos que obtuvo siete millones de votos en la primera vuelta *no pienso votar al»conservador» zarkosy* ¿y tú hasta ayer que eras? ¿centro qué?.
    Posiblemente a mucha gente, esta selecciones en Francia no le interesen una leche, pero piensen. ¿cual es el pais que ha sido desde mucho, pero que mucho tiempo atrás, referente en los cambios politico-sociales vividos en europa? la nueva y la vieja, claro está.

  2. Sólo el hecho de que hagan un debate ya me parece asombroso, acostumbrados a lo que estamos acostumbrados por aquí­.

    No estoy siguiendo las elecciones francesas al detalle, pero que a Sarkozy lo comparen con el populista Berlusconi y que lo den como virtual ganador me pone la gallina en piel.

    Buen análisis Madame B.

  3. Un par de cosas:

    1.- El sistema electoral francés es una auténtica mierda. Es centralista y mediante el el Ballotage deja fuera no ya sólo a las minorí­as, sino a facciones con un enorme soporte. Baste recordar las pasadas elecciones cuando se quedó fuera Jospin porque Le Pen le venció en las primarias y la segunda vuelta fue un paseo para Chirac, o éstas mismas en las que Bayrou, con un follaero de votos, está fuera de la pelea. Es lo que pasa con muchos de los los sistemas presidencialistas (un sistema calcado tiene Perú, aderezado con la obligación de votar, o EEUU o UK, first past the post quien comparte muchos principios de este sistema), que efectivamente son más estables pero menos representativos (Holanda es el caso contrario, pero para que no estés cambiando de gobierno cada 6 minutoa tienes que ser holandés o de por ahí­ arriba).

    2.- Algunas matizaciones respecto a las posturas económicas de ambos candidatos y los comentarios del post: Una cosa es lo que queremos y como queremos que sea el mundo (ese bello buenismo predicado y ejercido por algunos), y otra muy distinta como es. Yo soy un ferviente defensor de la deslocalización y el mercado. Dí­selo a los chinos o a los paises de Europa del este que te hagan una protesta antiglobalización y contra la deslocalización y te frí­en a viajes en el cielo de la boca. Lo que e s evidente es que las empresas tiene que competir para conseguir producir con menos coste para vender a mejores precios (a todos nos gusta comprar más barato) y por supuesto para ganar dinero (esa es su función, y es lí­cita y la que mueve el mudno a dí­a de hoy). Si se equivocan en su apuesta y resulta que por barato la calidad desciende los consumidores les sacan fuera (si BMW se va a Zaire a producir porque es más barato, y su calidad se hunde, fijo que no dura en el mercado más de un rato). La clave para esto no está en los costes, sino en la productividad. Como ejemplo, es más barato producir en el Chad que en China, pero en China la productividad es mayor. Y eso repercute en el bolsillo de todos nosotros. Además, como decí­a al principio, éste es el camino para que el mundo sea cada vez más igualitario, para que cada vez más gente tenga acceso a principios básicos y para que la pobreza sea cada vez menor. pero es que competir es ceder, y eso a Europa le cuesta un huevo. Es muy bonito eso de que quiero que el mundo sea justo y que no haya desigualdades pero sin que me toquen el bolsillo (cuentan una anécdota de las primeras elecciones en España que la gente en los mitines del PCE decí­a con la moto que tengo y la que me van a dar voy a tener dos). Evidentemente se me demonizará diciendo que la seguridad social en China (es un ejemplo, y aprovecho para recordar que es un estado comunista) no existe y que los trabajadores no tienen garantí­as ni derechos laborales. Evidentemente es así­, pero también es cierto que Europa no se hizo en un dí­a y no puedes ponerle un escalón tan elevado que sea insalvable. La propia población china cuando vaya aumentando en sus niveles de vida (y en 30 años van a ser los dioses de esto, ya lo veremos) irá exigiendo un aumento de derechos, más que nada porque será el momento para ello. Primero dame pan, que cuando esté jartico pediré la mermelada, y después puede que hasta caviar, pero no me pidas de primeras caviar, porque sino, ni pan ni pollas.

    ¿cuál es la alternativa? pues o nos especializamos, o nos comemos un mojón. Porque las tentaciones proteccionistas son, en mi opinión, mucho más peligrosas que el no hacer nada, ya que acelerarí­an nuestra caida al sacarnos de la competitividad global. Y tenemos una situación privilegiada, ya que marcamos el ritmo (moda, diseño, gustos…) al que se mueve el mundo. Eso sí­, como nos apollardemos, nos convertiremos en viejos sabios a quien nadie hará caso, y encima sin un puto duro.

    No me déis demasiadas ostias, que no me las merezco.

  4. bueno, alguna «hostia» si que te «mereces»,pero seremos diplomáticos…
    el discurso este que incrustas es el del tí­pico autismo liberal(productividad-especialización-competitividad), que ya no se sostiene a nivel macro (por el callejón sin salida al que está adnegado el sistema productivo hoy por hoy, y la dinámica generadora de tensión y violencia estructural ), ni a nivel micro (puesto que no satisface las necesidades fundamentales de la persona: el espí­ritu y la higiene ética).
    En otras palabras: yo te niego la mayor: el ideal de progreso capitalista es , y esto tiene ya una demostración si no cientí­fica si empí­rica, totalmente aberrante para el ser humano, pensado como individuo y/o colectividad.
    por otra parte el post en si…bueno…me parece una pérdida de tiempo hablar del juego infantil del cotilleo polí­tico y del supuesto «debate» de posiciones «opuestas», cuando todos sabemos que estas «democracias» parlamentarias son una forma sofisticada de imposición de pensamiento único (el que manda hoy por hoy queda ilustrado con los valores que arriba ha detallado mitchubitsi).
    Por último, se discierne claramente cómo es este mundo, lo interesante es no asumir lo que dictan los valores del momento histórico, y transformar la realidad en algo parecido a un lugar dónde casi todos puedan vivir dignamente; es una ingenuidad absoluta suponer que el sistema de mercado tiene alguna cualidad niveladora a estas altura, pero oimos esto a diario y parece una «verdad»; el sistema de mercado tiene poco que ver con la complejidad del espí­ritu humano; es una carnicerí­a soez , que se aprovecha de esa vagancia espiritual que todos tenemos.

  5. Una cosa muy simple, mitchubitsi, ten cojones y plántate en la puerta de Delphi de Puerto Real y diles que eres un gran defensor de la deslocalización, te aseguró que de ahí­ vas a salir con una gran dislocación.

  6. Lo primero que me motivó a seguir este debate polí­tico es lo que hay en liza. Una jefatura de estado. Algo impensable aquí­, ya que seguimos teniendo temas tabú y principios inamovibles; esto sí­ me parece inmaduro, o infantil, si prefieres utilizar ese término, Cosmo; quizá por eso, prefiero perder mi tiempo escuchando y descubriendo a oradoras como Ségolène, a revolcarme en la puerta de la Clí­nica Rúber, o en los judgados de Marbella. Para mi ha sido un auténtico soplo de aire fresco y realmente me ha hecho confiar en que hay personas que se dedican a la res publica con afán de servicio, convicción y una sólida preparación. Cada vez siento más desconfianza hacia el individualismo y creo que sólo la colectividad, un grupo de personas que colaboran entre si y que se apoyan, pueden mejorar su entorno; para ellos y para otros. No se… puede que simplemente sea una ingenua, pero me cansa la falta de estí­mulos, la negación de todo; me cansan los cí­nicos.
    Por otra parte me sorprende que se siga repitiendo eso de » a todos nos gusta comprar más barato». Pues yo no quiero seguir comprando más barato a costa de otros. Necesito suelo barato para vivir bajo un techo; necesito que me enseñen y que me atiendan si estoy enferma, necesito algunas cosas y he aquí­ la paradoja, que son precisamente las que ponen fuera de mis posibilidades para que sólo unos pocos se hagan inmensamente ricos. Hace unos dí­as recorté una viñeta de Forges. Se ve en pequeñito a un oficinista en su mesa, todo agobiado. Frente a él, se amontonan los «jefes»; traje negro, gafas negras. Mal encarados. En el bocadillo se puede leer:
    «¡Espabile Fernandez; somos el hazmerreir de la productividad europea!»
    Pues eso….Courage Ségo!

  7. vagancia espiritual…..yo la definirí­a como la *edad del recreo*(Javier Marias),- recreo en el sentido escolar del termino-, es decir, una época en la que por fin, tras las arduas tensas e ininterrumpidas clases del siglo xx, la gente (nos) ha podido dedicarse a lo que se ha dedicado siempre durante los recreos, a saber: presumir, traficar, perseguirse, dar el espectáculo, empujarse por la espalda, jugar al balón. Pero lo que de verdad los distinguí­a de las clases era que en ellos no serví­a de mucho la inteligencia, ni la aplicación , ni la educación, ni las buenas notas, ni por supuesto el buen comportamiento, sino más bien las habilidades fí­sicas, la capacidad de aterrorizar, la astucia, la gracia, ser rico y guapo.
    A esto lo llamo yo descuido, desidia ,aborregamiento…….conformismo social….ahora toca pagar
    para leerse…..o no
    -contra el pensamiento único-, Joaquin Estefaní­a.

  8. Tampoco me han caido tan fuerte, pero es mi turno de réplica, y sé que traerán cola.

    Por partes:

    Señor Cosmo, la verdad es que siento decirle que no entiendo casi nada de lo que dice nunca. Debe ser por mi incapacidad, lo que me hace en repetidas ocasiones abandonar este blog, pero no consigo llegar al fondo de lo que plantea en casi todas sus intervenciones. Es por ello que estoy casi seguro que de algún fragmento de su previa intervención podrá rebatirme lo que le digo, pero le anticipo que quizás sea mi culpa el no haberlo entendido previamente. Tómelo sin atisbo alguno de ironí­a, pues lo que digo no es más que lo que pienso.

    Y por cierto, sobre la frase, «En otras palabras: yo te niego la mayor: el ideal de progreso capitalista es , y esto tiene ya una demostración si no cientí­fica si empí­rica, totalmente aberrante para el ser humano, pensado como individuo y/o colectividad.
    «, dos matizaciones:

    A) ¿cual es la diferencia entre una demostración cientí­fica y otra empí­rica? ¿No es en filosofí­a de la ciencia el empí­rico el método del conocimiento cientí­fico? ¿Dónde y como se desligan ambos conceptos para separarlos?
    B) me resulta curioso esa conclusión a la que llega, ya que no entiendo de donde sale. Lo califica como aberrante, pero no encuentro la razón para ello. En contraposición a eso, yo digo que es maravilloso, y así­ podemos tirarnos 154 minutos y 22 cañas, pero es difí­cil que lleguemos a buen puerto. ¿Es aberrante porque no satisface las necesidades del espí­ritu? Yo que estuve en colegio del Opus aprendí­a cuestionarlo todo, y sobre todo a preguntar ¿porqué? ¿porqué no lo satisface? ¿como se atreve a hacer una afirmación como esa, hablando en nombre de el espí­ritu como abstracción de la humanidad? Si las necesidades de mi espí­ritu, o de cualquier otro, fueran satisfechas por el progreso capitalista serí­amos espí­ritus equivocados? ¿o quizás manipulados? ¿o simplemente malévolos, obtusos, extravagantes, asociales? dejemos a los espí­ritus en paz, y cada uno con su caunar.

    Seguimos: Señor Abencerraje, tiene usted toda la razón. Si me pongo en la puerta de Delphi defendiendo estas teorí­as saldré fí­sicamente perjudicado. Pero eso no significa que no tenga razón, o al menos que aporte una visión tan legí­tima como cualquier otra. Vaya usted a una manifestación de neonazí­s vestido de loca o intente defender su derecho a trabajar en una huelga general con unos cuantos sindicalistas delante y le aseguro que le pasará lo mismo.

    Pasando al fondo de este concreto problema, el asunto tiene dos partes: por un lado está la magní­fica polí­tica industrial de la Junta de Andalucí­a, apoyando proyectos empresariales con rentablidad negativa para no enfrentarse a un problema que al final acaba explotando. ¿O alguien duda de la rentabilidad de la empresa Santana en Linares? Y no se nos olvide una cosa, el dinero que la Administración destina a un proyecto como éste no viene del aire, ni tienen una maquinilla para hacerlo, sale de los bolsillos de todos. De nuestro IRPF, del IVA que pagamos al consumir, del Impuesto Especial del Tábado y de las Bebidas Alcohólicas… Unos pagan más y otros menos, pero del de todos. Y aquí­ enlazamos con la segunda: ¿porque coño tengo yo que contribuir a un proyecto económico negativo? ¿porqué tiene que haber una clase de trabajadores privilegiados que en un mercado con las reglas muy claras (lo digo para no crear dudas con por ejemplo el de la salud, donde puede que haya valores diferentes a la oferta y la demanda) a los que les tengo que estar pagando parte de su sueldo? Y sobre todo ¿porqué coño no se ponen a trabajar si quieren ganar dinero, como intentamos casi todos? Como anecdota simpáticona, ¿sabe usted que en los años 70 y 80 no existí­an tiendas donde se encontraran recambios de Land Rover en Linares, sino que habí­a que encárgarsela a alguien que trabajara en la fábrica para que la «sacara» de allí­ para ti? Lo que es mercado puro y toca la administración, suele irse al carajo.

    Estimada M. Bovary, casi totalmente de acuerdo con Usted. Si no quiere seguir comprando barato, levante su ritmo de producción, cmo hace Europa. Otros llegarán, producirán más, y tendremos una renta comparativa inferior. Otros más productivos, con ganas de comerse el mundo van a cumplir ese deseo que usted tiene, sin necesidad de que hagamos nada. O más bien, si no hacemos nada. Es una postura de una coherencia absoluta. Prefiero comprar más caro, tener menos recursos y trabajar, producir menos. Adelante los que quieran correr, que yo no paso de 80 KM/H. Ahora bien, no nos quejemos después que hemos llegado a la playa y no habí­a sitio junto a la orilla porque lo habí­an ocupado los que corrí­an más.

    Respecto al tema del suelo barato (¿cierta incogruencia quizás?), este tema es muy bonito, pero básicamente el suelo es caro porque hay menos del que se demanda. ¿Y quien es quien decide cuanto suelo se pone en cada momento en el mercado para satisfacer la demanda? Sí­ señor, la administración, que se financia con un maquiavélico sistema que origina monstruilos y pillaligres, pero que está pervertido en su base. Suelo libre (con algunas normas, por supuesto) es la solución. Ahora bien, si lo hacen ahora, hunden al pais enterito. Jodido problema.

    Por acabar, respecto al tema del individualismo y la colectividad, yo soy un ferviente defensor de Isaiah Berlin y su concepto de libertad negativa. lo siento, pero de la colectividad me fió poco, o nada. Vamos, que más bien me dá un susto del copetí­n santo. Mejor me las ventilo yo. Lo siento, no me gusta que piensen por mi, ni que decidan por mi, ni que me digan lo que tengo que comer, ni lo que puedo leer o no. Lo siento, pero creo en mi libertad de decidir.

    Bueno, pues preparado ahora unas pocas ostias más. Y no sé si podré seguir repondiendo, ya que en breve estaré en tareas de vital transcendencia, pero si tengo un rato y a mi señora no le da por ponerse a parir de inmediato, prometo intentar responder, o darme por tocado (o hundido) si así­ entiendo que quedo tras alguna contraréplica.

  9. c&p de aquí­:

    «[…] SegoleneoSarkozy.com es un blog, pero también algo más que eso. Dos claves: una, periodistas profesionales ‘in situ’ (es decir, en Parí­s) narrando el proceso electoral para escoger presidente/a de la República francesa. Dos: la blogosfera pro-Ségòlene a la izquierda del web y la pro-Sarkozy, a la derecha. Periodismo profesional formato ‘post‘, apoyado por las reacciones a cada hito de la campaña de decenas de bloggers de ambos bandos.»

  10. En parte entiendo (y respeto) la invitación al optimismo y al cambio moderado que propone Madame B en este artí­culo, pero también quiero que se respete mi escepticismo respecto al sistema representativo. No creo que por hacer una crí­tica estructural a las actuales «democracias-liberales» se me deba acusar de cinismo o de apatí­a social.

    Digamos que no comparto esa confianza en la autonomí­a de lo «polí­tico» que se encuentra en la base del pensamiento socialdemócrata o liberal-social (creo que Madame Royal está cada dí­a más cerca de esto último, es decir, de la tercera ví­a de un Blair o de un Zapatero). En una sociedad globalizada, el keynesianismo ya no deja de ser un ideal imposible. Incuestionable para mi gusto en un plano teórico y nacional, pero imposible en el marco globalizado actual. Esto supone la dependencia total de lo polí­tico respecto de lo económico. Una vez privatizadas las viejas empresas públicas, el Estado carece de medios propios para «financiar» sus propias polí­ticas. La financiación privada es la puntilla definitiva para el sistema representativo, ya de por sí­ cuestionado desde hace muchas décadas.

    (He desarrollado esta tesis en mi blog: http://www.espacioblog.com/extranjero. Perdón por el spam descarado, pero creo que allí­ lo explico suficientemente.)

    En cuanto al debate individualismo-colectividad, hay un par de cosas que me gustarí­a matizar. Creo que el concepto de individuo se ha vulgarizado demasiado. Si uno lee a Marx y no a sus voceros oficiales (léase Lenin), lo primero que le sorprenderá es la defensa a ultranza que Marx realizó de la conciencia individual. Marx detestaba profundamente la colectividad: por ello hablaba de un Lumpen Proletariat totalmente enajenado e incapacitado para convertirse en sujeto del cambio social (véanse sus tesis sobre la falsa conciencia, la ideologí­a, la cosificación, etc, hoy más actuales que nunca).

    Según Marx, un socialismo en el que subsistan la mercancí­a, la fuerza de trabajo, el salario y la moneda, es un contrasentido. Existe una imposibilidad lógica para alcanzar la igualdad en el marco del trabajo asalariado. El objetivo del socialismo, no lo olvidemos, es la supresión de la clase obrera, no su afirmación. Todos los «marxistas» que hasta hoy reivindican un salario «digno», o el «derecho al trabajo», lo que en esencia están defendiendo es la base constitutiva de la dominación capitalista.

    Ningún socialista auténtico puede creer en esa colectividad formada y normalizada a través de un sistema educativo burgués y unos medios de comunicación idiotizantes. No se puede salir del sistema empleando sus mismas categorí­as cognitivas (Hombre, Progreso, Desarrollo, Libertad, Estado de Derecho o Civilización). No puede haber cambio social alguno a partir de una sociedad de masas. Creo que todos los cambios históricos importantes se han forjado en la conciencia individual, no en la masa.

    Pero ojo: no confundamos conciencia individual (o espí­ritu, si se prefiere) con el mito liberal del preferidor racional (u homo oeconomicus), entendido como individuo fuera del marco sociocultural e histórico, y capaz, por tanto, de dejarse guiar únicamente por un juego de prioridades y elecciones racionales. A mi entender, es muy pobre reducir la experiencia humana a esa noción de libertad negativa que se limita a evitar las presiones e intromisiones del Estado. Para el desarrollo de la conciencia individual también se requieren medios materiales: tiempo libre, un trabajo creativo, abandono de la alienación laboral, ruptura con las categorí­as ilustradas y liberales, etc. Sin libertad positiva, material, real, no puede haber conciencia individual. Y sin ésta, tampoco puede haber cambio: tan sólo gregarismo, conformidad, aceptación resignada del orden imperante, cosificiación de la desigualdad, consolidación capitalista.

  11. He estado un rato leyendo con atención los comentarios. Todos con su parte de razón, con buena argumentación y solidez. Todo lo que falta al lenguaje polí­tico español. Europa siempre se ha fijado en Francia desde que hicieron rodar cabezas, y España siempre se ha fijado en lo que en otros lugares da señales de agotamiento. Siempre hay un Quijote en cada polí­tico español que creee librar cruzadas con la posesión de la verdad. Señores, Madame B posee la claridad necesaria para ver y desear un mundo más justo y mejor repartido y menos desgastado, y eso o lo hacemos todos o no hay manera. El señor Cosmo no aboga por el individualismo, sino por el crecimiento espiritual a través de la ciencia y que ambos nos lleven a una Unidad cósmica, tal vez alcanzable sólo al otro lado de la orilla. El Sr Mitsubishi apuesta con el mercantilismo liberal y el buenismo del estado del bienestar. El Señor Mensab nos recuerda el estado salvaje, la ley natural, la ley de la jungla en la que hemos convertido la industrializada, desarrollada y bien «educada» sociedad occidental. Pues bien, señores, todos nos equivocamos. Todos sufrimos, todos luchamos por sobrevivir, por intentar mejorar las condiciones de los que nos rodean. Nuestro altruismo barato con respecto al género humanos nos conduce a una playa de orillas sucias. Creo que la «salvación» del mundo está por uno mismo, y luego por los demás. Debemos echar el freno, esto hace tiempo que se nos fue de las manos, producir sólo lo necesario y cultivar nuestro espí­ritu para no desear la muerte del mundo. Pero esto nadie lo ve o no quiero verlo, y por eso nos equivocamos, no hemos sabido educarnos, y nos equivocamos. Además me equivoco, porque estoy en la parte buena del barco, en la proa, mientras que en la popa millones de personas hacen zozobrar el mundo. No soy un pesimista empedernido, me siento un privilegiado, pero lo cierto es que cada dí­a veo más desequilibrio, una pertinaz carrera hacia el abismo, una humanidad desestructurada que sufre la esclavitud de la codicia. Un viejo libro que a veces leo, dice que un acto de mal perdura un año y un acto de bien, cien… pero no me salen las cuentas. Ojalá el í­mpetu de una polí­tica saneada y seria que mire por el ciudadano y el paí­s, y el continente y el mundo, lejos del chominismo y el amigismo y el enchufismo y la sinvergonzonerí­a actual, sea la piedra angular de un nuevo cambio edificante… pero me temo que los jóvenes si sólo nos manifestamos para que nos dejen hacer botellón, porque beber en la calle es sinónimo de libertad… mal vamos. Un saludo a todos… y porqué no formamos un partido brutista?… ya me imagino el cargo de algunos.

  12. La intervención de Stav , como es habitual, magistral, sobre todo la crucial matización de este último párrafo; y considero muy interesante la aclaración sobre el marxismo; turno del aencerraje…
    con respecto a mitchubisi, pues tres cosas:
    -No es mi intención que tu me entiendas, no te preocupes, hay gente que me entiende, y el que me entiende, me entiende de verdad; para un aspirante a eremita burgués, me sobra con 3 que me entiendan; probablente nuestro constructo cosmogónico es casi antagónico; no pasa nada; la vida es así­.Me sobra con tu cara de pasmo.
    -Te aclaro que el método cientí­fico, se fundamenta en una célula empí­rica, pero adquiere la categorí­a de ciencia con la repetición y el control del proceso ; en el caso del campo donde yo aplico humildemente «ciencia», mis compañeros convendrán conmigo en diferenciar un tratamiento médico básado en la evidencia de un metanálisis, de un tratamiento empí­rico. Es la diferencia entre un estudio n=1, y un estudio con significación estadí­stica. De todas formas , hay que hablar de «ciencia» , en cualquier caso, usando condón, sabemos que la potencia inicial del positivismo derivó postreramente en el jueguecillo estadí­stico con el que ahora estamos (sea quimica-fisica o rama biológica); y esperando el sustituto de la ciencia nos encontramos.
    -Ni por asomo yo hablo de espí­ritu como una abstracción filosófica que trato de aplicar a todo individuo, e imponer como dogma de relación con la realidad; cuando yo me refiero a espí­ritu hablo de una relación pura de la persona con el cosmos que vaya en dirección justamente contraria a la objetivización de la naturaleza que propone el capitalismo, el helenismo, el racionalismo, la filosofí­a, occidente, y la mayorí­a de oriente…aunque, como bien dice Stav, no se trata de oriente y occidente: reo que las personas son mucho más importantes que la cultura; no olvide usted que un gato es feliz con su raspa de pescado, y pudiendo cagar todos los dias en el mismo cuo de arena; tampoco olvide que parece algo muy humano, quizá, lo más humamo, transcender las relaciones de sujeto y objeto con la naturaleza-o una preconcepción de libertad negativa-, para pasar a un plano de conciencia, o de relación con el mundo, en el que el trabajo con la colectividad y el cosmos, tenga pleno sentido; si esto no parte de la conciencia de cada individuo, la noción de colectividad que tu temes-la que se da en nuestras democracias liberales, o en el socialismo «real»-se impone.

  13. Lo siento, pero no termino de verlo claro. En mi opinión esto de que cada uno se busque la vida, me da ganas de llorar. Me parece que esta huí­da hacia el ahora yo, después yo, y siempre yo viene muy bien si te escondes del mundo y te haces ermitaño. Mientras tanto vivimos juntos y tenemos que buscar un proyecto de vida en comunidad, donde se respete al individuo por lo que aporta al conjunto y no por lo su maravillosa conciencia individual, su herencia o su cuenta bancaria. Ese desprecio por lo colectivo, por la polí­tica como instrumento de progreso señala lo bien que le están saliendo las cosas a esos que prefieren a un individo aislado, perdido y sin referentes; eso si me parece absolutamente burgués, y si me apuras mesiánico. Me hace gracia como se humilla a la gente corriente, la masa idiotizada, la chusma.
    ¿Cuál es la apuesta?. Como siempre… la plutocracia.

  14. Madame B, entiendo perfectamente lo que quieres decir: no olvides que soy muy crí­tico con el individualismo y con ese mito de la libertad negativa y del preferidor racional que nos intenta colar el liberalismo. Detesto el «individualismo» si por ello entendemos una sociedad atomizada en la que cada individuo se convierte en el centro de su propio proyecto, guiándose solamente por sus propios intereses.

    Mi idea de la «conciencia individual» no es incompatible con una moral comunitaria, pública, cí­vica, social. De hecho, el ideal ateniense de la democracia directa y participativa descansa fundamentalmente sobre un modelo de «ciudadano» capaz de encontrar un necesario equilibrio entre su propia verdad y el bien común. No confundas este proyecto público-libertario con el modelo burgués del Estado de Derecho, la representatividad, la Constitución, la ilustración y la tecnocracia, en el que siempre salen ganando los mismos.

    No olvidemos los orí­genes del Estado moderno: la clase polí­tica, seleccionada en el seno de la clase dirigente (la burguesí­a), recibí­a de ésta una delegación de poder real para la gestión de la «cosa pública», lo que aseguraba una unión estrecha y orgánica entre el funcionamiento de la sociedad civil y el Estado. Esto, en la práctica, era el Estado de los Ilustrados. Solo podí­an acceder a la comprensión racional de la finalidad polí­tica quienes estuvieran dotados de las luces de la Razón, es decir, la élite ilustrada, humanista, burguesa. La alianza entre propiedad privada, individuo y razón es la fundamentación ideológica de la ilustración y de toda la época moderna.

    Comprendo que sientas compasión hacia el hombre común, pero es innegable que esta democracia representativa de los medios de comunicación y la industria del espectáculo no fomenta el debate público, ni el análisis social, ni la moral colectiva, ni el ideal del bien común. Hay que romper definitivamente con la ilusión de que burocráticamente podemos cambiar las cosas. El Estado está aliado con el capital; es más, en este marco globalizado está totalmente sometido a él: por eso establece polí­ticas a largo plazo y «sostenibles» que prolongan ad infinitum su dominación, crea un sistema educativo dirigido hacia la productividad y NO hacia la vita activa, consolida un paradigma humanista-liberal-ilustrado que fomenta la utilización de categorí­as cognitivas burguesas (progreso, desarrollo, hombre, individuo, razón).

    No obstante, también quiero aclarar que no soy un marxista ortodoxo. Veo errores insalvables en su formulación teórica, especialmente en su materialismo. Hannah Arendt es una de las pensadores que mejor ha sabido bucear en las causas de la putrefacción de la «conciencia» del hombre contemporáneo. La base de nuestra deriva se encuentra en la separación efectuada por el discurso moderno (y esto incluye tanto a liberales como a marxistas) entre teorí­a y praxis, por la que se considera que el actuar es una mera aplicación de un concepto o de un proyecto que la teorí­a ha elaborado autónomamente. Cuando la voluntad se convierte en el brazo ejecutor del pensamiento, acaba, pese a todo, por cegarse. He aquí­ el germen del totalitarismo al que se vio abocado el socialismo real.

    Al sostener que «los filósofos se han limitado a interpretar el mundo: ha llegado la hora de transformarlo», Karl Marx legitima una avalancha de prejuicios y falacias modernas y progresistas. Parece creer que interpretar, reflexionar y analizar es un lujo, una frivolidad, y que basta la acción revolucionaria para instaurar un nuevo mundo libre y armónico. Al poner el acento en la acción, en la praxis, en la lucha, Marx ha contribuido a borrar la distinción helénica entre poiesis y praxis, entre obrar y actuar. El obrar da lugar al homo faber, materialista, utilitarista, egoí­sta; el actuar, en cambio, implica una vida activa, polí­tica, social. Marx no supo articular esta distinción y optó por el materialismo.

    Mi idea del desarrollo de la «conciencia individual» como proyecto para una moral cí­vica, social, se basa en el supuesto de que no se es necesariamente libre cuando se hacen cosas. Puedes votar, afiliarte a un sindicato y militar en un partido polí­tico y ser un auténtico autómata. A diferencia de lo que sugieren los tópicos liberales, creo que ninguna otra facultad humana es tan vulnerable y manipulable como el obrar. En condiciones de tiraní­a (y vivimos en una tiraní­a del mercado y los medios de comunicación) es mucho más difí­cil pensar que hacer.

    La pérdida de sentido de la existencia individual en las democracias contemporáneas es el producto de los automatismos y de la pasivización de nuestras facultades crí­ticas, participativas, activas. Es necesario, pues, recuperar el ideal de la vita activa, pero fuera de las categorí­as intelectuales heredadas de la modernidad. Hay que volver a tender puentes entre el pensar y el actuar, sustituir a legisladores por intérpretes, recuperar la moral cí­vica y cooperativa, desarrollar la conciencia individual para que cada ciudadano pueda participar activamente y no como un mero autómata.

    Más información en este post sobre la individualidad:

    http://www.espacioblog.com/extranjero/post/2007/03/13/periferias-la-vida

  15. Stavrogin, me encanta tu planteamiento, pero ¿nos acoplamos e intentamos sobrevivir en el medio o lo intentamos cambiar? Yo prefiero lo primero, más que nada porque no se me ocurre otra alternativa. Si lo tuviera muy claro (y aun así­, lo dudo, no soy tan valiete ni estoy tan seguro de mi mismo) quizás plantearí­a ese cambio, ese actuar desde fuera del sistema para intentar desmontarlo. Pero prefiero el orden al caos. Lo siento, debo de ser un cobarde.

  16. Radio Libertad -arenga-
    *Nuestro lema más noble: el progreso, colonizar el futuro lejano sujetándolo al dictado de una inflexible programacion.
    *sacrificar por ello la natural propensión a la indolencia y el juego.
    *desembarazaos, una tras otra, de vuestras costumbres atávicas.
    *cofigurar poco a poco las aspiraciones humanas conforme a los sabios imperativos de la produccion.
    *crear entre los ciudadanos una sólida mentalidad consumista.
    *invención incesante de nuevas necesidades cuya satisfacción adecuada imponga al individuo un esfuerzo continuo de mejora y superación.
    *adaptar la tecnologí­a al hombre e inversamente.(fomentar la simbiosis de ambos).
    *someter la totalidad de los recursos fisicos y morales a la consecución del objetivo propuesto.
    *nuestra firmeza al respecto excluye toda clase de arreglos y por eso advertimos a enemigos y detractores.
    *para preservar el nivel de consumo del pueblo estamos dispuestos a todo.
    si es preciso, a inmolar al propio pueblo. (este es un principio filosófico con el que no transigiremos jamás.
    *Os haremos muy felices.

    Más o menos lo recuerdo así­….. de Juan goytisolo

  17. Escribo tarde, ya fueron las elecciones francesas. Felicitar el post (interesantisimo y todos los comentarios). Comentarios muy largos pero enriquecedores. Felicitar a los pensadores Sr Mitsu y Stav.
    Podrí­a escribir una parrafada, que no voy a hacer, pero si que animarí­a encarecidamente a que si no lo habeis hecho leais «La rebelión de las Masas» de Ortega y Gasset.
    El peligro de la colectividad, del individualismo atroz, la falta de educación y preparación :el «hombre masa»
    Nos queda mucho, creo que estamos en el cretárico de la sociedad, y dentro de la desesperanza que podemos tener al ver a nuestro polí­ticos, es una alegrí­a leer post como este.

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