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Year / 2007
Dark Magus part II | Live at Plugged Nickel (1965)
Y que conste que no pensaba «sacar a la palestra» a Miles Davis como protagonista. No es que no me guste (él me metió en el jazz) o no lo tenga en consideración (reverencias), es que los fenómenos de masas me repelen de forma natural, así sin más. Prácticamente cualquiera te lo cita al hablar de jazz (sin saber), incluso los más sagaces conocen alguno de sus LP por las portadas o los nombres («ése hizo el kain of blu, no?»): todo el mundo sabe (ha oído, supone) que era muy bueno. Y sí, lo era. No voy a ser yo quien diga lo contrario, mis más de 30 CD suyos podrían abrirme la yugular… así que me propongo hacer un recorrido por su obra en varias entregas, como vayan viniendo, improvisando, apareciendo en primer lugar la época del segundo quinteto (enero’65-junio’68), con Wayne Shorter (saxo), Herbie Hancock (piano), Ron Carter (bajo) y Tony Williams (batería), éste con sólo 19 añitos- apodado «the kid» (véase foto).
Uno de los mejores quintetos de la historia, que le dieron una vuelta de tuerca al jazz en apenas tres años, 6 LP de estudio y varios discos en directo (incontinencia creativa?). No entraré en detalle del trabajo de estudio, sólo nombraré las criaturas: E.S.P., Miles Smiles, Sorcerer, Nefertiti, Miles in the sky y Filles the Klimanjaro (3 de los 5 temas; el resto en la 3ª parte de Dark Magus…), abrumadora secuencia de obras maestras.
Pero me quedo con el material en directo, obviamente, y con éste datado en diciembre de 1965,en Chicago, en sólo dos noches (22 y 23), recogido cuidadosa y exhaustiva (exagerada?)mente en una caja de 8 CD, a lo bestia, como debe ser. De similar factura también resaltaría el concierto de 1964, editado en los LP My funny Valentine y Four & More; aunque el quinteto varía ligeramente (George Coleman en lugar de Wayne Shorter), la dinámica y la calidad están casi a la altura de éste, y eso que considero a Shorter uno de los mejores del saxo…
En las noches del «Plugged Nickel» todo parecía propicio para el jazz, el grupo está entonado en todo momento, el público apenas interrumpe (algún ruido de copas sí hay, para qué nos vamos a engañar, je je), y los temas, da igual cuál, se suceden, a media de 12-14 minutos, en una continua corriente de solos espectaculares, intimistas, inspirados y perfectamente engranados. No eran 5 solistas en un grupo, sino un grupo de solistas (fundamental). Uno puede dedicar una escucha exclusivamente a la sección rítmica (anonadado), otra a los duetos trompeta-saxo (un solo detrás de otro) y siempre se descubre algo nuevo, notas que no existían…
Y como haría un presentador, yo me retiro dejando paso a los artistas; tan sólo dos consejos: pulsar el «play» y dejarse llevar, el viaje es impredecible, irrepetible e irresistible. Incompatibilidad: falta de tiempo. Recomendaciones (obvias) de posología: no oír de un tirón (433 minutillos); espaciar las tomas, a ser posible tras las comidas, y tumbad@.
PD: quien quiera ahondar en este quinteto, muy recomendable otra cajita, The Complete Columbia Studio Sessions 1965-68 (6 CD); su nombre lo dice todo, sin comentarios.
PD 2: como se suele decir, «beg, borrow or steal» (… o «bájese», añado).
En Caso de Despido
Me han echado, ¿qué hago?: «pasos a seguir, los plazos para llegar a un acuerdo o presentar una demanda, y la indemnización que te corresponde.» en caso de despido. [20minutos.es]
Windows Vista ya a la Venta
Hoy sale a la venta en España Windows Vista. [ELPAIS]
Tres Rosas Amarillas
Los pulmones de Chejov eran un hervidero de miasmas tuberculosos. Con el ánimo de mejorar, pasaba una temporada en el balneario de Badenweiler junto a Olga, su mujer, su cachorro, su alegría. Miraba el horario de los trenes de la tarde y los próximos barcos con destinos a Marsella u Odessa, como si en una semana fuera a estar mejor y pudiera tomar alguno de esos destinos. Chejov describía la anónima realidad rusa que percibían sus sentidos, no buscaba mostrar una convención social, sino mostrar la forma en que unos personajes amaban, se desposaban, procreaban y morían… y cómo hablaban. Seres humanos que no podían ser censurados por un acto de amor. En cierto modo, Chejov carecía de una visión del mundo filosófica, religiosa o política. Últimamente a Chejov le faltaba la vida, le costaba leer sin recobrar el aliento, resuellos en la cama al moverse, fiebre y sangre a borbotones en cada golpe de tos. Chejov sabía que no había remedio, que un mal para el cual haya muchos tratamientos quería decir que no se podía curar. A sus 44 años sabía que la felicidad no existía, ton sólo existía el deseo de ser feliz. Y por eso Olga no lo dejaba. Olga llamó al doctor Schwohrer cuando Chejov comenzó a delirar en pleno acceso febril. No se debe poner hielo en un estómago vacío. A las tres de la mañana de aquella noche de julio de 1904, hacía un bochorno sofocante en la habitación donde yacía Chejov. A las tres de la mañana el doctor Schwohrer pidió una botella de champaña al recepcionista. Pidió tres copas para brindar los tres. Hacía tiempo que Chejov no bebía champaña. Y bebió, y brindó con Olga. Tras unos minutos, el doctor Schwohrer soltó la muñeca de Chejov, cerró el reloj de bolsillo, lo guardó en el chaleco, miró a Olga y le anunció que había muerto. Al amanecer, un joven recepcionista llegó a la habitación con un jarrón y tres rosas amarillas.
Los pulmones de Ray Carver se abrieron con un golpe de tos y escupió sangre por la boca. A sus 50 años se le había diagnosticado un cáncer de pulmón. Había invasión cerebral. No pasó un año entre que Ray conoció el diagnóstico y falleció. Tess no se separaba nunca de él. Había dejado hacía unos años el hábito impenitente de beber, pero seguía perfilando con apreciable escepticismo los personajes reales de una América en ruinas, olvidada, solitaria, alcohólica y parada. Admiraba a Chejov y ahora más que nunca lo comprendía y lo amaba. De tal manera que fue incorporando sus textos a los suyos propios, confiriéndoles una nueva dimensión. Se alejo del relato y se centró en la poesía. Cuando uno se acerca a la muerte surge una vocecita que dice, no lo creas, no vas a morir. A veces las palabras se dilatan como actos. Carver tenía la sensación de que Chejov avanzaba en un carruaje a través del frío y la nieve, acercándose, como en un sueño, a él. Como él, conocía el sabor de una sopa hecha con cabeza de pescado y había oído discutir a padres borrachos, con la calma con la que se asume lo ya vivido desde la infancia. Prosa y poesía se entrecruzaban, así como presente y pasado. Dos meses antes de morir, Ray se casó con Tess en una capilla de Reno con un corazón de bombillas rojas en la ventana y unas fichas del casino en el bolsillo. Desde entonces vivía los días como una propina cósmica, jornadas alegres y vacías al lado de Tess. Al tiempo que incorporaba a Chejov a su poesía, era consciente de que cada elección hecha ahora, hoy, se proyectaba hacia atrás y cambiaba las acciones pasadas. La certeza de la muerte, de ir río abajo, le hacía admitir sus miedos para poder mantener la calma en ciertas noches de perros. No dejó de trabajar en su libro. La noche del 2 de agosto de 1988 Tess le dio a Ray tres besos de buenas noches. No tengas miedo. Ahora duérmete. Te quiero. Carver nunca volvió a abrir los ojos.
“No te alejes.
Nadia, mejillas encendidas, feliz, los ojos brillando con lágrimas a la espera de algo extraordinario, bailaba y daba vueltas, con su blanco vestido ondulado y dejando fugazmente sus esbeltas y bonitas piernas en sus medias color carne. Varia, extremadamente contenta, cogió a Podgorin por el brazo y le dijo en voz muy baja con expresión significativa: Misha, no te alejes de la felicidad. Acéptala mientras se te ofrece gratuitamente, después correrás detrás de ella, pero no la podrás alcanzar.“Visita a unos amigos. Anton Chejov. Texto incluído en “Un sendero nuevo a la cascada† de Raymond Carver
“Colibrí.
Vamos a suponer que digo verano,
escribo la palabra colibrí,
la meto en un sobre,
y la llevo colina abajo
hasta el buzón. Cuando abras
mi carta recordarás
aquellos días y cuánto,
cuantísimo, te quiero.†Un sendero nuevo a la cascada. Raymond Carver
Siempre vuestro, Dr J.
Enlaces relacionados »
- [Antón Chéjov | Wikipedia]
[Raymond Carver | Wikipedia]
[Taganrog Gymnasium for Boys | Imagen]