Una vez que el patriarca Antonio estaba sentado en el desierto de mal humor y con sombríos pensamientos, habló así hacia Dios:
– Señor, quiero ser salvado pero mis pensamientos no me lo permiten? ¿Qué he de hacer en este apuro? ¿Cómo puedo alcanzar la salvación?
Poco después se levantó, salió al aire libre y vio a uno que se le parecía. Se sentó allí y trabajó, dejó después el trabajo, se levantó y oró, se volvió a sentar y siguió entrelazando una cuerda, levantándose después de nuevo a orar; y ve que se trataba de un ángel del Señor que había sido mandado para dar consejo y seguridad a Antonio. Y escuchó al ángel decir:
– Hazlo así y conseguirás la salvación.
Cuando Antonio escuchó esto, se llenó de gran alegría y ánimo y fue salvado por esta acción†
(Apothtegmata Patrum Aegyptiorum)
Con lo que se translicua el arrevolainismo que llega al ocaso, tal como nos encaminamos al desierto, iniciando los pasos de la esperanza ritual, con todo lo aprendido en las lágrimas de cemento; ningún cínico puede crear; como tú, padre, me acariciaste el corazón entre los cucáridos y en la soledad; como me has dado eso, estoy agradecido a ti, padre Pierre, que morías en soledad en la gran urbe neoyorkina, y que dudaste ante el silencio de la piedra, geólogo noético; la piedra se licua en arena, que recogeremos para construir el ritual de cualquier humano: el de volverse algo más puro.
Se que algunos habéis leído estos textos arrevolaínicos con ternura o sarcasmo: se corresponden con cada uno de los temas del nuevo álbum del grupo que tenemos mi mujer y yo; también os estoy agradecido por contestar más de lo que creía; gracias; ahora sólo aportaré exégesis ritual a vuestras ideas. Un beso.
Gracias a ti y a tus textos.
Sinceramente me sobrepasa el honor de ser el primero en contestar tu mensaje de despedida, pero ante la pantalla no he podido menos que sobrecogerme con este adios que no me esperaba del Arrevolianismo.
Por favor no me tomes por osado al preguntar ¿ De qué album se trata ? ¿ Para cuando más ?
Gracias de nuevo.
Gracias querido escrotolitum por tu pensamiento arrevolaínico del que tanto he aprendido. A tu corta edad, eres un hombre sabio casado con una sabia mujer. Adentrarse en un desierto físico para transmutar la gravidez del cuerpo en un alma predispuesta a amar, es como intentar exprimir el sol para dárselo de beber a tus amigos en vasos de música mágica. La alquimia permite olvidar la continuidad del tiempo, que sigue agrietando las paredes de cemento en la gran ciudad. Ir al desierto para comenzar una vida de consagración a la música, al estudio del lenguaje musical del alma, a la espiritualidad y a fundar una familia (sin dejar de trabajar para vivir… tu médico aconseja), es algo tan maravilloso como inusual… por tanto, todo mi amor para vosotros… todo mi amor en vosotros. Que el Espíritu os ilumine en el camino de la bondad. Un gran abrazo.
ah, y recuerda: «anoche te vi trenzar once cuerdas de arena, y hoy al ver las dunas en tus ojos comprendí mi condena…». Desde que cantamos estas palabras hasta ahora, tu corazón ha aprendido a amar con toda la ternura del mundo.
… y no te vayas a convertir en un JIPI!!!!!!!!!!!!!!!!
Primitivo: el arrevolainismo siempre nos acompañará; de hecho invito a que cualquier arrevolainador arrevolaine a su gusto publicando en esta sección;
yo por el momento, tengo un tránsito que realizar en mi vida; el disco será el segundo trabajo de Sefronia, que se editará , dios mediante, por allá por fin de año, y plasma nuestras frustaciones y realizaciones en la la monada et urbe;
os cedo pues la palabra; muchas gracias, señor;
En cuanto a ti, mi querido dr jota, me llenaste de orgullo con el primer concurso cosmogónico de arrevolainas celebrado en baza por tan gran ocasión;lo que digo son declaraciones de intenciones, a un nivel existencial; ojalá pueda realizarlas parcialmente, y tu, estés por allí dando vueltas y avolteretas, buen hombre, hombre bueno…
y ya sabes que soy más punki que el prepucio de arrabal!
hi hi
y ya sabes que el lagartijo avulense llama de nuevo a nuestras puertas, luego comunica a tu santa madre, y prepara los billetes