Con motivo de la particular vendetta de Alfredo Urdaci leo por todos sitios que éste señor «ha sufrido un linchamiento moral sin precedentes», que se han pasado con él. Pobrecito el señor Urdaci, ese gran periodista. Él, que nos ha enseñado a deletrear desde una televisión pública. Qué desagradecidos somos.
En cualquier país democrático que se precie de serlo, la condena a una televisión pública por manipulación conllevaría el despido inmediato del responsable, en este caso del Director de Informativos, pero aquí no queridos niños. Aquí no. Aquí te puedes reír de los tribunales que no pasa nada.
El problema viene cuando añadimos una pizca de rencor político al asunto y es que los PP&Co. están usando a Urdaci como icono ejemplarizante de las ‘injusticias’ que se han cometido con ellos (¿perder las elecciones?) y como tal icono su hoja de servicios debe estar limpia como una patena, procediendo al borrado de la memoria colectiva al estilo «1984».
Y me pregunto yo: ¿Donde estaban todos estos defensores de Urdaci cuando ‘ejecutaba’ sus informativos? ¿Por qué defenderlo ahora y no antes? ¿Porque creen en nuestra poca memoria? O quizá ¿porque haberlo hecho en aquel momento les habría desacreditado como profesionales?
Es difícil que la gente se olvide de Urdaci y sus informativos. Yo me acuerdo y esto ya cansa. Que uno está un poquito harto de que le toquen la entrepierna con motivos no lúdicos.
Menudo bastardo. Encima, harto de que le den de collejas ahora que solo hace «pasillismo» por RTVE, trata de… yo que se pibe. El cabrón no anda solo en esto, que no veas como siguen agazapados en sus trincheras esperando el retorno del anti-christo-con-bigote o yo que se. Estoy desconcertao, solo nos resta prenderles yesca. Asin, en plan talante.
Salu2
Vaya un tipo repugnante el tal Alfredo Urdaci Iriarte: mi mejor recuerdo de él es el de verle leyendo cínicamente y ya finalizado el PPdiario aquel texto sobre la condena por incumplir el auto de la Audiencia Nacional que obligaba a dar en sus informativos la sentencia que consideraba que RTVE incurrió en violación de derechos de huelga y libertad sindical durante el 20-J.
Siempre odié al meapilas ese, y al suavón Ferrari, y al falso Buruaga y a algún otro… sin llegar a mencionar al de la COPE, que ése ya es la repanocha (repolla, para entendernos).
Mejor leer el libro âAcabar con el personajeâ, de íngela Rodicio (P&J, 384 pag., 19’5 EUR), aquella corresposal en Oriente Medio a la que aquel hioputa echó por supuesta malversación de pasta, y en el que narra sus problemas con TVE, que los tribunales han resuelto a su favor.
Cuenta, entre otras cosas, cómo algunos directivos de TVE que estaban a favor de la guerra contra Irak intentaron, como indica el título del libro, ensuciar su nombre acusándola de haberse apropiado de dinero público. Creo que esta mujer ha sido durante varios años referente de calidad y dignidad en lo que al tan denostado oficio de periodista se refiere.