Me tragué gran parte de la intervención de Zapatero en la Comisión del 11-M. He leído en principales periódicos la gran mayoría de noticias sobre el tema incluyendo los editoriales. Mi conclusión es que ya no existen periodistas ni periodismo sino afiliados sin carné a los diferentes partidos, que apoyan las teorías de cada bando sin sonrojarse y sin importarles la noticia, objetividad o cualquier otra cosa que tenga que ver con su profesión. Al final todo son panfletos de propaganda como los del Carrefour, «Cómpreme a mi que soy lo mejorcito porque lo digo yo». Si esto pasara en otras profesiones, pongamos la médica, la gente se echaría a la calle.
Muy interesante éste artículo de Periodistas 21 sobre los medios de comunicación entre otras cosas porque fue escrito el pasado 14 de marzo.
Ayer en radio Marca, todo el día hablando del partido de Zidane vs Ronaldo y en Kiss FM un especial de Glen Medeiros ¡que pasada! salsaludos fargo.
➡ Ciertamente devalúa la profesión que haya periodistas que expresan su ‘opinión’ en las ‘noticias’, totalmente legítimo, no obstante, es que muestren sus ideas en los ‘artículos de opinión’. Por otra parte los editoriales no son más que artículos de opinión que reflejan el ideario del medio.
El problema viene cuando defienden a capa y espada TODO lo que diga el partido político afín, mientras desmienten TODO lo que dice el contrario sistemáticamente, no importando el contenido de lo que digan ni como lo digan y ni siquiera lo que digan. Los periódicos se convierten en los boletines de los partidos políticos.
J, el problema se ha traspasado de los propios partidos políticos a los medios. De agrupaciones con posibilidad de llegar a acuerdos hemos pasado a grupos que no admiten error alguno ni ideas ajenas, y que al final pueden entrar en crisis si aparece alguna estrella política, con los riesgos que ello conlleva y la dificultad de esto por el sistema político español y la ley de financiación de partidos políticos.
O opción Fargo, más segura de no convertirte en un esquizofrénico, u opción alterna, un ratito de unos y un ratito de otros, para intentar sacar algo en claro.