Les Fleurs du Mal | Baudelaire

Charles Baudelaire

Hace 150 años Charles Baudelaire lograba publicar, en el Parí­s de Napoleón III, «Las Flores del Mal». Las autoridades competentes, representantes de la burguesí­a, el ejército y la iglesia católica, denunciaron la obra y consiguieron censurar 6 poemas, culpables de atentar, gravemente, contra la moral pública. Esta masa social dominante, amalgamada para hacer frente a las revoluciones del 48, ejercieron su poder modelando un mundo a su conveniencia, tras la prematura muerte de la II República francesa; Nos encontramos pues, a un Baudelaire de 36 años, inmerso en un mundo decadente y mezquino. 1857 fue también el año en el Flaubert publicó su «Madame Bovary», enfrentándose a los mismos cargos, a la misma hipocresí­a. En este contexto histórico debemos sumergirnos para realizar la lectura de este poemario.

«Todos los imbéciles de la burguesí­a que pronuncian las palabras inmoralidad, moralidad en el arte y demás tonterí­as me recuerdan a Louise Villedieu, una puta de a cinco francos, que una vez me acompañó al Louvre donde ella nunca habí­a estado y empezó a sonrojarse y a taparse la cara. Tirándome a cada momento de la manga, me preguntaba ante las estatuas y cuadros inmortales cómo podí­an exhibirse públicamente semejantes indecencias.»

C. Baudelaire

La editorial Nórdica Libros ha realizado una selección de 58 poemas, que se presentan traducidos al castellano y en francés original, acompañados de las ilustraciones del artista belga Louis Joobs, para conmemorar la obra de Baudelaire en su 150 aniversario. La edición Van Bever ( Ed. Crès et Cie 1930), ha sido el punto de partida.

    índice

  • Spleen e Ideal …………… 36 poemas
  • Cuadros Parisinos ………. 5
  • Flores del Mal ……………. 3
  • La Muerte …………………. 2
  • Los Desechos ……………. 2, de los 6 poemas censurados en 1857
  • Nuevas Flores del Mal ….. 4

La lectura, pausada, nos conecta con un estado de ánimo, donde la armoní­a siempre aparece de la mano del caos; donde la belleza y la fealdad son una misma cosa; el placer se entiende como una maniobra de escapismo ante la realidad, insoportable. Me han gustado especialmente los poemas que tienen que ver con la naturaleza, aquellos sobre el mar y los bosques, que parecen dejarse llevar por una especie de culto pagano. Es en estos versos, donde encuentro al autor más liberado de ese constante sentimiento de culpa que atenaza el resto de su obra, tan influenciado por Poe, cuando la temática deriva hacia la muerte o los amores perdidos. Apreció una cierta fascinación por los viajes (Baudelaire realizó uno, que lo llevó durante 18 meses, entre 1841 y 1842, hasta los Mares del Sur), por lo exótico, por otros mundos que corren paralelos al nuestro y que solo descubriremos haciendo un esfuerzo personal de abstracción.

He recurrido a la lectura de algunos poemas de estética taoí­sta para comprender mejor el poema Elevación, mi favorito, y que recojo a continuación:

El propósito de las palabras
es trasmitir ideas.
Cuando las ideas se han comprendido
las palabras se olvidan.
¿Dónde puedo encontrar un hombre
que haya olvidado las palabras?
Con ése hombre me gustarí­a hablar.

Chuang-tzu

Desde hace poco conozco una profunda quietud.
Mi espí­ritu no se inquieta por nada en el mundo.
La brisa que viene del bosque levanta mi bufanda
La luna de la montaña brilla sobre mi arpa.
¿Me preguntáis la razón del éxito o del fracaso?
La canción del pescador se hunde en el rí­o.

Wang-Wei

Elevación

Por encima de los estanques, por encima de los valles,
de las montañas, de los bosques, de las nubes, de los mares,
más allá del sol, más allá del éter,
más allá de los confines de las esferas estrelladas,

espí­ritu mí­o, te mueves con agilidad,
y, cual buen nadador que se emociona con las olas,
surcas alegremente la inmensidad profunda
con inefable y masculina voluptuosidad.

Echa a volar muy lejos de estos miasmas mórbidos;
ve a purificarte en el aire superior,
y bebe, como un puro y divino licor,
el claro fuego que llena los espacios lí­mpidos.

Detrás de los tedios y las vastas penas
que con su peso entorpecen la brumosa existencia,
afortunado aquel que puede con un ala vigorosa
alzarse hacia los campos luminosos y apacibles;

él, cuyos pensamientos, como las alondras,
hacia los cielos alzan por la mañana un libre vuelo,
¡quien se eleva sobre la vida y entiende sin esfuerzo
el lenguaje de las flores y de las cosas mudas!

Élévation

Au-dessus des étangs, au-dessus des vallées,
Des montagnes, des bois, des nuages, des mers,
Par delí  le soleil, par delí  les éthers,
Par delí  les confins des sphères étoilées,
Mon esprit, tu te meus avec agilité,
Et, comme un bon nageur qui se pâme dans l´onde,
Tu sillonnes gaiement l´immensité profonde
Avec une indicible et mâle volupté.

Envole-toi bien loin des ces miasmes morbides,
Va te purifier dans l´air supérieur,
Et bois, comme une pure et divine liqueur,
Le feu clair qui remplit les espaces limpides.

Derrière les ennuis et les vastes chagrins
Qui chargent de leur poids l´existence brumeuse,
Heureux celiu qui peut d´une aile vigoureuse
S´élancer vers les champs lumineux et sereins;

Celui dont les pensers, comme des alouettes,
Vers les cieux le matin prennent un libre essor,
-Quin plane sur la vie et comprend sans effort
Le langage des fleurs et des choses muettes!

Mensab… je t’embrasse très très fort.

Imagen original Retrato de Baudelaire por Gustave Courbet 1848

34 Comments

  1. la contraposición dualista del simbolismo es sólo un estilización poética del platonismo; es decir, el supuesto escándalo de la burguesí­a/iglesia, que destacas como algo relevante no lo es en absoluto; es sólo otra pataleta falsa de la que acostumbra la hiprocresí­a de los lamesotanas a exabruptar.
    la comparación con la poesí­a oriental…en fin , no ha lugar, fuera de alguna analogí­a formal, parte de una conciencia y un contacto con la naturaleza absolutamente OPUESTO (gritando lo digo);(la confrontación con peste a pecado y culpa de un francés-la montaña rusa-y la identificación cósmica de un shino malandrino: eso NO-gritando, de nuevo, y escupiendo- se debe comparar, pues lleva a confusión)
    en otras palabras, censurable análisis, por mi parte.
    y por cierto , que me has inspirado una parodia al simbolismo platonizante en nuestro Super Blog
    Ea
    Adiós
    Chinca

  2. Por desgracia para la cultura, esta obsesión simbolista por epatar a los adolescentes provocando a los beatos tiene su continuidad en la actualidad en España, siempre de la manera más obvia y ramplona y, al mismo tiempo, más superficial. Las letras de Extremoduro o Javier Krahe son ejemplo de esto, así­ como la lamentable perfomance que hizo Juanma Bajo Ulloa en el salón del Comic del 2000, quema de fotos incluí­da… Hace falta más inteligencia y gusto para socavar los cimientos de la civilización occidental, señoresss

  3. Algunas veces me pregunto qué cosa horrible puede convertir a un ser humano en un autómata. ¿Serán los prejuicios?, ¿Será la absoluta falta de sensibilidad artí­stica?, ¿Será la insana y ponzoñosa intención de adoctrinar?
    Fragmentar, limitar, etiquetar, censurar, clasificar, solo les sirve a algunos para comprender un mundo que quizá, les venga demasiado grande y así­, seguros tras los muros de sus propias convicciones, escupen, ridiculizan, vociferan.
    ¿Socavar los cimientos de la civilización occidental?
    Una afirmación demasiado grandilocuente para el poeta que, encerrado en un cuartucho, garabatea versos, que luego leerá en voz alta a sus amigos.
    Afortunadamente, lo que yo opine sobre Baudelaire importa un carajo; lo que vosotros opinéis sobre lo que yo he escrito sobre Baudelaire importa un carajo.
    Lo único importante es la obra; su capacidad de emocionar, su capacidad de conectar.
    Y ahora, si me permiten, les dejo con el protagonista de esta historia. No somos ni ustedes ni yo, ni el simbolismo, ni la madre que lo parió.

    El Albatros

    A menudo, para divertirse, los hombres de la tripulación
    cogen albatros, vastas aves de los mares,
    indolentes compañeros de viaje, que siguen
    a la nave que se desliza en los amargos abismos.

    Recién depositados en la tablas,
    estor reyes del azur, torpes y vergonzosos,
    dejan lastimosamente sus grandes y blancas alas
    arrastrarse cual remos a sus lados.

    Este viajero alado ¡ cuán torpe y abúlico es!
    él, antaño tan bello ¡ cuán feo y cómico es!
    uno, con su pipa, provoca su pico,
    otro, cojeando ¡imita al lisiado que volaba!

    El Poeta es parecido al prí­ncipe de las nubes
    que asedia la tempestad y se rí­e del arquero;
    exiliado en el suelo bajo el abucheo,
    sus alas de gigante le impiden caminar.

  4. El J sí­ que es un puto genio, que a golpe de photoshop ha transformado una obra realista en expresionista. Pero qué máquina, dios…

  5. La manipulación con intención y objetivos definidos de la imagen original corresponde también a la autora del artí­culo.

  6. Si. Todas las alabanzas son para Madame B.

    Pa una vez que me dicen algo bonico (sic)

  7. Bueno, lo primero reconocer el incisivo analí­sis de Madame B (que para no gustarle mucho la poesí­a, aprecia los poemas de Baudelaire con todos los sentidos) y también la contrarréplica de su archioponente, Cosmo. No seré yo quien medie. Para mi el autor simbolista (es más fácil poner etiquetas que quitarlas) francés más cercano a la natulareza como concepto de unión con el Todo, es Paul Valery (sobretodo su «Cementerio Marino»). Baudelaire muestra en estos seis capí­tulos una huí­da del hastí­o, del aburguesamiento, de la fealdad. Las Flores del Mal son una huí­da, y una búsqueda. Intenta dar una respuesta (su respuesta) al spleen, a la vulgaridad, por ello se refugia en una métrica exquisita para encontrar en el arte y en la poesí­a la respuesta de la belleza arcana y absoluta. Sin embargo lo que le rodea dí­a a dí­a le impide alcanzar con el arte la perfección. Se refugia entonces en sus paraí­sos artificiales, en el vino y la neblina esférica de los opiáceos, sin encontrar alivio. Se revela contra su sociedad, contra la tiraní­a de un único Dios, busca el extásis hasta en el mismo infierno. Sigue sin salida, y la muerte se perfila como una respuesta… pero tampoco parace calmarle el hecho de desaparecer en el vací­o… cosa que la poesí­a Toí­sta si pretende. Baudelaire intentar dar respuesta al mundo usando para escribir todos sus sentidos, y destaca en sus poemas como su figura está diluida en el poema, su yo desaparece como sujeto, pero tal vez su objeto no sea la vacuidad, sino la dispersión. El poeta se diluye en su obra, desaparece el yo y queda el poema… es una buena forma de desaparecer. Sus palabras y sus imágenes son tremendas, brutales y sobrecogedoras.

    «El simbolismo es una pera amarga debajo de tu cama, Baudelaire.» (El Corral de las cuatro esquinas).

    Besos a todos… la poesí­a sigue viva. Mis felicitaciones de nuevo, Madamme.

  8. y por último, por alusiones, cada vez me parece más patético juntar unas lineas «emocionales» acerca de la poesí­a de los demás, madame; si fueras capaz de ver que la actitud más honesta es etiquetar-adoctrinar-disecar utilizando un lenguaje discursivo, cuando se habla de «poesí­a»; ¿eres capaz de ver que lo demás es sólo un ejercicio de ego?
    me parece un mojón juntar aquí­ unas letras para explicar al público como me emocionó a mí­ esta obra, en su momento, si por fuera; prefiero que no confundas al personal comparando un cadaver cultural, como es el romanticismo-fundador de fascinaciones, malditismos, y, por cierto falocentrismos, y exagerado narcisismo-con poesí­a eterna de «estética taosita»(eso suena a racionero…buff)
    a parte del «supuesto enfrentamiento» que me divierte perpetuar, siempre que escribes encuentro tantos esteriotipos románticos, narcisitas y hegelianos que no puedo evitar disecar con paródicos etiquetamientos tus «exhibiciones» de periodismo democrático.
    pero vamos , el dr j , cuando se pone crí­tico literario, también dan ganas de darle una coca; no lo hago sencillamente porque es mi amigo, y además, es varón.
    prueba con el lenguaje estocástico preverbal de un cabalista como Abufalia; es bantante más constructivo y actual que el «simbolismo»
    la emoción es enemiga de la poesí­a
    entendéis esta última frase?
    no

  9. Vamos a ver, pollica pana, la poesí­a es una expresión de la experiencia del poeta, así­ lo entiendo lo yo. No es una ñoña emoción, porque si es sincera provoca una alteración del ánimo intensa y pasajera, agradable o penosa, que va acompañada de cierta conmoción somática… y esto es una emoción. Octavio Paz decí­a que el poeta, mediante la palabra, procura hacer sagrado al mundo; con la palabra consagra la experiencia de los hombres y las relaciones entre el hombre y el mundo. No pretende hermosear, sino volverlo sagrado. Por eso no es moral o inmoral; justa o injusta; falsa o verdadera, hermosa o fea. Es simplemente poesí­a de soledad o de comunión. Y tanto como un ruego puede ser una blasfemia. Esa es la poesí­a de los hombres que han nacido con el don de transformar su vida con palabras. Baudelaire lo hizo a su modo y en su tiempo. Es cierto que hoy se precisa desnudar al hombre y entregarlo a la soledad para que entienda al mundo y se mezcle con él. Es cierto que hemos perdido ese ví­nculo sagrado (que no católico) con el mundo, sé que hay caminos a través del arte, esos que tu caminas con tu música ascética-cabalí­stica, despojas al tiempo de adornos y lo acompañas sencillamente con las notas más instintivas, inocentes y emocionadas que pueden salir de un hombre. Yo aspiro a ese camino, pero soy mí­stico de terraza. Es cierto todo eso, pero no puedes cerrar esta puerta, porque la búsqueda de la belleza está también en tus gestos, y eso es lo que pervive en la poesí­as de Baudelaire, por encima de todo, la eterna vivacidad. El simobolismo sólo es una etiqueta, un precio marcado en naranja en la solapa de un libro. La cábala interpretada por Abufalia, pretendí­a una vertiente práctica (que luego heredó Crowley) para revelar la luz del alma humana… y eso no es poesí­a, es otra cosa, pero no la desbanca… y recuerda que Abufalia viajó a Roma para intentar convertir al Papa al judaí­smo. Los sueños van más allá de las imágenes, las palabras confunden a veces, pero en estos terrenos nos permiten acercanos a un rayo de sol… Joder, no vuelvo a escribir a estas horas de la guardia.
    Abrazos.

  10. cosmogónadas, oh-que-de-vuelta-estás, jajaajaja Que no me extraña, con la marcha que me llevas…, pero tú a tu pedo oye, relájate, peete en una lata y la abollas, o escribe algo patagnóstico o refinitivo…
    Por cierto, como se te ve faltico y necesitas ‘enfrentamiento’ o simplemente hacer un poco el troll, vente a escribir por aquí­ y así­ nos damos vidilla unos cuantos, ya que parece que en tu blog solo os aguantais 4 frikazos nivel 20

    Y yo de poesí­a lo justo. Aunque no la evito tampoco. De los mencionados especialmente el Albatros me gusta, que se estudia en la escuela me chivan. Esta edición merece mucho la pena, calidad e ilustraciones de lujo. Textos originales al final.

  11. Acabo de ver en el you tube una de ´las últimas sesiones de Cosmo… sin palabras, una ví­a de libertad inusitada y gemidos del alma con banjo. En fin, la creación no cesa y el flujo de lo real se agota. Besicos.

  12. También, como el post original, me ha gustado tu primer comentario Doc J. Muy en el tema 😉

  13. lo de abollar latas con pedos patagnósticos: eso es lo que yo entiendo por poesí­a, ves tu?; y no me des ideas, que tengo un sampler, muza;cualquier cosa puede ser creada en tu contra; por cierto, es cierto, estoy por aquí­ a ver si animo el plastón que es últimamente esta ex-incendiaria-bitacora-colectiva,aunque sea acosta de mi execración, pa eso estamos; no cualquier fan de nu_metal marxista es aceptado en el chulopollismo, no te hagas ilusiones; a no ser que postees algo de kyuss y sus relaciones arquetí­picas con la esferologí­a de enmanuelle swedenborg; más vale pocos y buenos, no seas democrático que me pongo sentimental

    el concepto de poesí­a del que hablas, querido Pollapanón, es exactamente el heredado del romanticismo y el que yo no comparto, ya me duele la punta del cipote de repetí­rtelo, y tu a lo tuyo, con tu verlaine y tus punticas de pollas;como sabes, ya no hago más discos contigo, no me ajunto y si sigues por ese camiiiiiiiino de poeta follaor y embacaudor de los niños no me volveré a ajuntar

    otra manera de decirlo: la eliminación de cualquier significación en una palabra, aunque see una «emotiva filigrana poética» es el mayor favor que puede hacer un humano a la poesí­a: la traición definitiva y su purificación; devolver las palabras a la vida, y al ámbito pretotemí­stico del que no debeiran salir
    mi hija te reponde: patitimiapipogollagurullagoguimu tititi?papapapapiu….
    ¿entendido?
    pd-vuestro papa, el papa de los católicos, le iba a cortar el pezcuezo a Abufalia por tal osadí­a, para aumentar el listado de mí­sticos asesinados por el cristianismo y por vacilar al papa con noeticismos; afortunadamente, se murió solito un poquillo antes…

  14. Siempre he sentido debilidad por los escritores con esa extraordinaria habilidad para encontrar la palabra perfecta, y que a su vez sirva para describir todo ese catálogo de experiencias humanas, desde las sublimes hasta las más sórdidas.*Les fleurs du mal* fue en su momento un bálsamo, para unas heridas que no encontraban una cura adecuada. Ahora bien….que su poesí­a es la sí­ntesis definitiva del romanticismo….?, pues me parece cojonudo, que su obra fue precursora del simbolismo ? pues eso a mi me importa una polla *con perdón*. Lo que cuenta es lo que me aportó en su momento. Alguien definió una vez a Baudelaire como un iluminado, o lo que es lo mismo,personaje con capacidad de alcanzar ese estado en el que al fí­n se comprende todo. Pues bien, me dá a mi que esa iluminación no es otra cosa que un estado en el que al fin, ya no se comprende absolutamente nada. Este puñetero mundo es un *texto* indefinidamente abierto que ya no sé leer.

    baisers Madame

  15. Querida Madame:

    Vaya por delante mi reconocimiento a la estupenda alteración del retrato de Courbet. Sencillamente genial y preñaí­co absenta. Al margen de disquisiciones varias, lo cierto es que la Historia necesitaba del Simbolismo como los dientes a las ganas de comer. Le tocó a Baudelaire porque fue el primero que llegó, o no (tampoco esto es importante). Cumple el Simbolismo con una necesidad humana y literaria, cual es la necesidad de ayuntar espí­ritu y carne bajo unas premisas históricas inexcusables. Tuvo su momento y era justo y necesario. Hay que conocer a Baudelaire como hay que saber que existe el padrenuestro, para saber que hubo alguien que, antes que nosotros, ya se habí­a torturado con esta clase de asuntos. Sencillamente, es absolutamente imprescindible y fue absolutamente genial hace 150 años, cuando quebró las costillas del catolicismo burgués. Hoy puede parecernos algo pueriles sus declaraciones de intenciones o sus manifiestos, pero debemos considerar que sobre algunos ladrillos que él puso, vamos pisando hoy.

    «Elevación» es un poema hermoso, muy hermoso.

    La conexión taoí­sta me resulta interesante, aunque no veo muchos axones entre ésta y el simbolismo. A los «shinos malandrinos» es difí­cil pillarles el paso, entiendo.

    Resumiendo, gracias como siempre, por los caminos y por las historias.

    Besos!

  16. nada, se ve que hay que decirlo: bodelér, rambó y to esa mierda es la poesí­a que le gusta a las niñas tontas que no saben leer y que les gusta jim morrison

  17. perdón, he pecado de machista, voy a revisar mi texto con las oportunas correcciones:

    nada, se ve que hay que decirlo: bodelér, rambó y to esa mierda es la poesí­a que le gusta a l@s niñ@s tont@s que no saben leer y que les gusta jim morris@n

  18. Sin duda nada comparable con las magní­ficas letras del rock casposo vasco, no?

  19. Interesante discusión sobre el malditismo y demás. Buení­simas las aportaciones del can cosmogónico, aunque en sus palabras siempre se pueda encontrar un ingenio poso tardorromántico (referencias al “espí­ritu” y demás). No hará falta recordar a este buen cí­nico que los avances en la psicologí­a cognitiva y la eugenesia al fin nos podrí­an llevar a entonar –esta vez sí­- una muy deseada y merecida muerte del hombre.

    Creo que los románticos cumplieron una importante función en el siglo XIX, cual fue la de cuestionar los excesos de la noción metafí­sica de progreso. Contribuyeron a relativizar esa noción tan vaga, lejana y remota, y la sustituyeron por algo mucho más modesto pero al mismo tiempo más profundo (al menos en apariencia): la inspiración poética. Sin embargo, esa idea de profundidad infinita del “espí­ritu”, a la luz de nuestra mirada posmetafí­sica, es tan estúpida como la de verdad objetiva o la de progreso infinito. Los posmetafí­sicos ya no somos revolucionarios intelectuales, ni poetas malditos, ni transgresores epatantes, sino que asumimos la distancia insalvable entre las ilusiones del yo y la insignificancia de la experiencia individual. Por eso no somos más que reformadores graduales, por más que la tozudez de la ortodoxia marxista se siga empeñando en mantener esa estúpida concepción negativa del poder y en querer agarrarlo con las manos.

    Por otra parte, hay que considerar que el romanticismo, lejos de significar una alternativa al “mundo desencantado” de la modernidad, fue más bien el alimento ideal para su dieta. En efecto, al agotarse las concepciones globales acerca del mundo, superadas y enterradas por el impulso desbordante de la ciencia moderna y el ideal de progreso, se impuso una racionalidad reducida a la actividad instrumental y que separa las cuestiones teóricas (carentes de carácter valorativo) de las cuestiones prácticas (carentes de verdad). De esta forma, la pérdida de sentido de las sociedades occidentales puede entenderse como el resultado de una racionalidad que, al avanzar implacablemente por el camino del ser, va dejando en la periferia la senda del “deber ser” y de la dimensión estética. El romanticismo, al aceptar esa escisión artificial, al asumir esa misión del “arte por el arte”, al admitir la división artificiosa entre el ser y el deber ser, entre la razón y la naturaleza, entre el objeto y el sujeto, contribuyó a legitimar toda una tradición positivista-pragmática en la que, queramos o no, estamos aún metidos hasta el cuello.

  20. te agradezco tus palabras, Stav-ya sabes que aquí­ parece que lo que yo hablo siempre es fruto de un «pedo surrealista de mi propia cosecha»…tus palabras hablan con claridad meridiana del problema del lenguaje y la conciencia artí­stica y poética en el mundo HOY, y trazas con la limpieza de un cirujano las implicaciones éticas y polí­ticas que porta el asunto…por eso agradezco tu capacidad de comunicar, ¿será verdad que eres de natural docente?
    bueno, me tomo lo del poso post-romántico como una descalificación directa a mi persona, que no voy a encajar, dado mi creciente desapego, pero en todo caso , stav, culpa al lenguaje occidental del que me valgo de la insistencia en artificios de escisiones espiritu-materia; la otra razón puede ser haber vivido rodeado de granadinos 25 años-ya sabes, pocos pueblos hay en este paí­s más convencidos que el putifino-granaino, de la realidad de la genialidad, y la gracia divina de la creación; en este blog hay demostración feaciente de esta actitud tan ingenua y tan entrañable al mismo tiempo.
    dicho de otro modo: si me vieras como bailo el «trout mask replica» tras la san miguel número 16, comprenderí­as el que sentido aprecio yo la herencia romántica…en su sentido non_sense?
    hihi

  21. Es más facil poner etiquetas que quitarlas, dijo el Dr J hace un momento. Vayamos pues por el camino difí­cil, ya que tanto preocupan es este foro las discusiones bizantinas.
    Incluir a un autor, sea el que fuere en una corriente literaria, es un recurso válido; sirve para saber que sabes algo, es una buena maniobra de marketing y genera agrias discusiones, pero, incluso aquellos que se adhieren motu proprio a un manifiesto, acaban negándolo o desdiciendose, simplemente porque evolucionan, porque crecen, porque se niegan a permanecer estancados, o porque se pelean entre si.
    En el caso de Baudelaire, para cuando se lanzó el manifiesto simbolista (1886), llevaba, el pobre, muerto y enterrado 19 años. Habí­an pasado casi 30 desde que se publicaran Las Flores del Mal. Supongo que fue invocado en una sesión de ouija y desde el otro lado, se proclamó padre, madre y precursor, del tan traí­do y llevado -ismo; todo a un tiempo.
    Abencerraje: no insistas en espolearnos. Si miras con atención, tu “Animal Farm” se ha quedado sin caballos.
    En cuanto a lo de los poemas taoí­stas…, no creo que uno deba dar explicaciones sobre ,lo que lee, come, bebe o fuma para entonarse.
    Buscar no es sinónimo de comparar.

  22. hija mia de mi alma, si consideras estas conversaciones «bizantinas» tienes todas las papeletas para llegar a ser una graaaaaaaan periodista
    animo pues
    en fin, que nos sigues etiquetando de etiquetadores, y sigues sin leer ni prestar atención: nadie ha hablado de simbolismo aquí­, eso es solo una etiqueta de las que usan los chupatintas ; en todo caso leo que aquí­ hay gente que de manera muy decente ha intentado contribuir reflexionando sobre que sentido puede tener esta poesí­a hoy;(bueno, también leo algun espumarajo esteroideo de Dúdar por ahí­ )personalmente, repito que me parece paupérrimo el recurso de «me sua la polla el análisis- es que a mi me salvó la vida este poeta»(muy bonito, voy a llorar, que alarde de sensibilidad); y por cierto obsceno;enga, que tenemos ya los huevos negros y los montes de venus de scotchbrite
    rechazad la moral licenciosa, yo, LA DOCTRINA, os digo

  23. afortunadamente la granja se quedó sin cerdos cuando cayó el muro, ahora sólo hay caballos salvajes…
    estimado, el espumarajo esteroideo es sólo fruto de la observación, del trabajo de campo que he hecho entre el género mulier universitarius comeflorem granatensis durante varios años, y que arroja resultados concluyentes (pa mí­ por lo menos)

  24. la contraposición dualista del simbolismo es sólo un estilización poética del platonismo….

    ak ak ak

    si no no fuera porque no entiendo una palabra…

  25. El poema debe sostenerse sobre la inteligencia, la sensibilidad y por último creo la emoción. en equilibrio. La primera de las premisas hace al poema discursivo, gélido y, con frecuencia, mucha frecuencia, pedante. La segunda (siempre que sea el único componente del poemilla), lo afecta de esteticismo. La tercera pues para que negarlo…de cursilerí­a.

    El hombre sin contenido………

  26. Más allá de las discusiones bizantinas que algunos nos atribuyen, lo que me gustarí­a matizar es que, primero, toda la ingenua corriente romántica que pregonaba el «arte por el arte» como consagración de una vida plena, lejos de ofrecer una alternativa a un mundo cada vez más desencantado, en realidad constituí­a parte de su dieta.

    En segundo lugar, y ya que hablamos de un autor concreto -Baudelaire-, conviene aclarar que hasta el más subjetivista de todos los crí­ticos literarios admitirí­a que los textos sólo existen dentro de los contextos, que existe un concepto que es la intertextualidad y que la presión ejercida por las convenciones, las generaciones precedentes, el lenguaje, el idioma utilizado y los estilos retóricos limitan lo que Walter Benjamin denominó «la sobrevaloración del invidividuo creador en nombre del principio de creatividad», es decir, el principio según el cual el poeta crea su obra por sí­ mismo, a partir de su propia inspiración.

    No hará falta mencionar los excelentes textos de Foucault o Bathes sobre la muerte del autor o los de Terry Eagleton sobre la utilización ideológica del concepto de autor en beneficio del creador individual y burgués (pongamos como ejemplo al siniestro Ramoncí­n). Resumiendo al máximo, bastarí­a con decir que el texto o el autor individual cuentan menos de lo que nos han enseñado en nuestra tradición de pensamiento; o, dicho de otro modo, que todo texto debe ser interpretado a la luz de la contribución que supone a la obra colectiva compleja de la que dicho texto forma parte.

    La responsabilidad del texto-obra sólo es parcialmente asunto del autor, pues la mayor parte de esos contenidos proceden referencialmente de otros textos-obras. Es decir, la interioridad pura o «inspiración» del autor como origen de la obra no es más que una ficción histórica construida en un periodo histórico determinado. Siguiendo esta interpretación, convendrí­a relativizar la propia idea de autor y dar más preeminencia al lector como creador de sentido, del mismo modo que la obra no debe ser interpretada como el hijo engendrado por el autor sino como el resultado de la convergencia con otras obras.

  27. evidente… a lo que añado, cuanto más subjetivista es una poesí­a, más emotivista y menos cósmica, no penséis que esto no tiene nada que ver con el estilo y contenido los ejercicios onánicos de un poeta nonecentista; no se trata sólo de un análisis sociológico…es muy interesante, claro está, que este tipo de autores están en las raices profundas de la noción plenamente aceptada de «autor creativo individual»; no hace falta que expliquemos en qué tipo de monstruosidades desemboca esta ficción narcisista de que un individuo «crea porque es artista» y otro no…¿La Cofradia Mafiosa de Ted&Mamoncí­n& Grupo Risa?
    el dandysmo romántico es un sello de casta, una casta con licencia que otros no…es fácil observar en el dia a dia qué poco han influido todas las vanguardias de siglo XX que trataron de devolver el arte a la vida, tras ser usurpado por las élite, los museos(¿nuevo prado?¿quien coño necesita eso?¿los gilipollas que votan a ZP?), y las instituciones…

    en otras palabras: Nadie, ningún individuo, crea Nada: sólo mixtifica sobre elementos previos; el ser humano sólo tiene capacidad y voluntad de permutar (o no, también es arte en involución) lo anterior; ninguna permutación es más válida que otra según criterios de «don divino o capacidades»; ¿suena demasiado punk?
    con el bombardeo constante de arquetipos de artistas «torturados y geniales» es muy dificil llegar a esclarecer que sólo somos parte del rio de la vida, ciertamente; pero esclarecerlo te libera de una gran carga.
    yo veo todo esto en relación con el concepto de agregación noosférica del padre Pierre, y con cosas como la red…la herencia romántica nos donó estructuras jerargicas e nivel de conciencia individual y colectiva, que son difí­ciles de sostener por mucho tiempo, por su artificiosidad y ser contrarias que cualquier naturaleza que el cosmos pueda tener

  28. Me gusta tu idea de arte, amigo Cosmo. También es de agradecer la autopsia realizada por Stavrogin, lúcida e incisiva. El dandismo sólo era una postura, una especie de endiosamiento, un artista debe diferenciarse del resto, distanciarse, en sus ropajes, en sus formas, en sus palabras. NO trataban de cambiar nada, eran extranjeros de sí­ mismos. Adulaban la nada. En especial Baudelaire, buscaba la nada de nada (ver el ensayo de Sartre, ese otro gabacho). Pero lo que quiero decir es que hoy es fácil enterrar el pasado. La poesí­a es amplia y permite expresar las raices de cada uno, transferir el espí­ritop individual al resto del mundo que te rodea. Baudelaire tení­a un don, tení­a la palabra y una belleza clásica que construye una obra inmortal. Podemos discutir sobre el objeto del arte, sobre la precariedad de los movimientos artí­sticos, por la necesidad de un punto para una palanca que mueva el mundo. Son referencias, que están para aprender, para inspirarse y para no quedarse ahí­, para avanzar. Me acerco de vez en cuando a tu concepto de arte, me gustan tus trabajos Cosmo, pero es cierto que no siempre los entiendo. Te agradezco tu insistente forma de golpear las paredes de mi casa para que salga al aire libre de la creación, para renombrar las cosas que siempre han estado ahí­. La poesí­a par mí­ ha sido una amante durante mucho tiempo, y no se puede renunciar a eso tan fácil. Lo que escribo hoy en dí­a tiene que ver con lo que soy y pienso, y está lejos, muy lejos, el corral. Creo que Baudelaire escribió lo que su alma dictaba, más allá de burgueses placeres venéreos. Ya no escribo poesí­a porque mi alma no la cuida. Tú hablas con el mundo a través de las notas más primarias. Pero en eso consite la vida, en saber donde estás y para qué. Lo que me molesta es la indolente y cí­nica mirada con la que uno se permite hablar de cosas que no le pertecen sólo a él. En fin, nuevas flatulencias asaltan mi barriga. Sigo aprendiendo de todos en este blog, que aminora mi sobervia… en otra época hubiera mordido. Saludos.

  29. abecerraje, que pendejo eres, la verdad a que veniste al mundo a no entender?, en tu mundo no te ha de querer ni tu madre…

Comments are closed.